26 de marzo de 2011

7 fallas de liderazgo y que podemos aprender de ellas

  • Priorizar. Muchas de las malas decisiones vienen de la falta de perspectiva en la importancia de una y otra cosa. La clave es entender el concepto de "oportunidad de costo" — el costo de no hacer algo en favor de hacer algo más.
  • Decidir. Si algo nos va a detener, necesitamos la valentía para tomar decisiones a tiempo, a pesar del consenso o de no tener el 100% de la información necesaria para tomarlas. Aprendemos con más frecuencia que es mejor "hacer algo" que permitir que el miedo y la inercia nos bloquee.
  • Progresar. Cuando se consigue el objetivo, se debe subir la barra. Y cuando se consigue la meta, debe subirse la barra nuevamente. Y otra vez. La complacencia es un estado que debe evitarse, por todos los medios, y la última enseñanza aquí es que el mejoramiento contínuo es un enfoque esencial para cualquier empresa.
  • Premiar. El gran talento debe ser nutrido y premiado, de una forma que vaya más allá de los cheques y los bonos. Estas lecciones se aprenden de mala manera, después de perder a personas que se sintieron no apreciados y devaluados. Aprendemos que los humanos necesitan escuchar estas simples palabras: "Hiciste un gran trabajo."
  • Confiar. Se tiende a estar involucrado en todas las decisiones, o en revisar cada centavo gastado o contrato firmado. Hasta que aprendamos que la confianza es una parte esencial para un gran liderazgo, trabajaremos en exceso desperdiciando tiempo y talento.
  • Mediar. Todas las organizaciones tienen conflictos, personales o departamentales. Los líderes exitosos aprenden a resolverlos en lugar de ignorarlos.
  • Despedir. A nadie le gusta despedir a un empleado. Es una de las tareas más difíciles. Pero cuando se sabe que es el momento para cortar la cuerda, córtela. No espere. Sus instintos usualmente son correctos.

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