26 de septiembre de 2013

La excelencia en los nadadores (y otros atletas)


Artículo original: John Baez | Google +

  1. La excelencia no es el producto de personalidades socialmente anormales. El mejores nadadores no son bichos raros, ni chicos solitarios que abandonaron "la vida normal de un adolescente".
  2. La excelencia proviene de cambios cualitativos en el comportamiento, no solo cuantitativos. Más tiempo de práctica no es suficiente. No solo significa mover los brazos más rápido. Un nadador de pecho de bajo nivel hace las cosas de forma muy diferente que las que realiza un nadador de élite. El nadador de bajo nivel tiende a halar sus brazos lo más atrás de su cuerpo, patear de forma muy amplia sin juntarlos al final, levanta su cuerpo lo más alto en el agua en el ciclo, y falla al ir debajo del agua por largo tiempo después del ciclo. El nadador élite rema con sus brazos y barre hacia atrás, patea de manera estrecha terminando con sus pies juntos, permanece bajo en el ciclo y va debajo del agua por larga distancia después del ciclo. ¡Son completamente diferentes!
  3. Los niveles de diferencia en la natación son como mundos diferentes, con reglas diferentes. La gente puede subir y bajar con mayor o menor esfuerzo, pero subir de nivel requiere algo muy diferente —lea el punto 2.
  4. La excelencia no proviene de alguna cualidad interna mística del atleta. Viene de aprender como hacer las cosas de la manera correcta.
  5. Los mejores nadadores son más disciplinados. Son más propensos a ser estrictos con su entrenamiento, más puntuales, miran lo que comen, duermen horas regulares, realizan calentamientos apropiados antes de sus sesiones.
  6. Las actividades que los nadadores de bajo nivel encuentran incómodas, los de élite las disfrutan. Lo que otros ven aburridos—nadar por dos horas, los mejores nadadores lo encuentran agradable, hasta meditativo, o desafiante, o terapéutico. Disfrutan las prácticas duras, buscan competencias difíciles, e intentan desafíos difíciles.
  7. Los mejores nadadores no desperdician el tiempo soñando en grandes metas como ganar los Juegos Olímpicos. Se concentran en "pequeñas ganancias": resultados menores definidos claramente que pueden ser realizados con facilidad, pero que producen efectos reales.
  8. Los mejores nadadores no se asfixian. Enfrentados con lo que parece tremendo desafío, lo toman como una situación manejable y normal. Una manera para hacer esto es apegándose a las mismas rutinas.



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