29 de marzo de 2023

SEGUNDA MARATÓN DE LA SEÑORA QUE SE CASÓ CONMIGO | MIAMI 2010

Llegamos alrededor de las seis de la mañana a la zona de partida en el American Airlines Arena. Miles de personas estaban ya ubicadas dentro de los diferentes corrales. Fue el momento de despedirnos de Christian (Loaiza) y de desearnos éxitos en nuestra nueva aventura de 26,2 millas (42,2 Km).

Después de cinco minutos del arranque de los competidores en sillas de ruedas se dio inicio al ING Miami Marathon 2010. Un enorme grupo de corredores (la mayoría inscritos para la media maratón y, según los organizadores, la primera ocasión en que hubo más mujeres que hombres) cruzamos el puente MacArthur contemplando a los cruceros trasatlánticos que parecían los deslumbrantes edificios del downtown.

Llegamos a la famosa South Beach, pasamos por toda la Ocean Drive, salimos a la Collins y emprendimos el regreso al centro de la ciudad por el Venetian Causeway. Habían transcurrido 15 km y llevábamos el ritmo programado.

La primera media marcamos un promedio de 5'45"/km. Pasamos justo con el equipo de pacers de 4h00, pero sentí que la Flaca no iba a lograr mantener el paso. Hice un par de jaloncitos suaves para buscar correr con los 'conejos', pero en la cuesta después de la media Ximena disminuyó su ritmo. Por su manera de respirar deduje que sus pulsaciones estaban sobre su umbral anaeróbico, pero siguiendo los consejos de nuestro guía de atletismo, Raúl (Ricaurte), no emití una sola palabra al respecto, simplemente me uní a su ritmo y le acompañé. Era un hecho que no íbamos a mantener el paso de los primeros 21 km, así que renuncié a mi papel de pacer y me convertí en un testigo privilegiado de la gran batalla que libraría la Flaca.

Pasada la milla 19 (30 km), la Flaca ya no daba más, pero yo veía emocionado que Ximena hacía lo imposible por seguir. Cada abastecimiento era el momento ideal para parar, descansar y seguir en la lucha. Inclusive nos detuvimos para que pueda ir al baño. La corredora de Ruta 42 demostró una fortaleza admirable. Se le veía absolutamente agotada pero aprovechaba cada caloría que le quedaba de energía para intentar escaparse de la inmovilidad física y de la seguramente enorme cantidad de fantasmas mentales.

En la milla 23 (37 km) se le terminó todo el combustible. Se detuvo súbitamente, no quiso dar un solo paso más (luego me dijo que había visto lucecitas y que sintió que iba a desvanecerse) y se sentó. Le expliqué que podemos parar y descansar pero que no era buena idea sentarse. Le ayudé a levantarse, le tomé de su mano y caminamos muy despacio alrededor de media milla. No dije palabra alguna, solo avanzamos lentamente hasta que la misma Flaca empezó a trotar nuevamente. Pasamos la milla 24 (38,6 km) y la milla 25 (40,2 km). Quedaban menos de 2 km para la llegada y Ximena seguía mejorando su paso. Subió con gran ritmo el último puente y cuando faltaban menos de 50 metros nos tomamos de las manos para cruzar juntos la meta.

No cumplimos las marcas numéricas (nuestro tiempo fue de 4h20 con un ritmo promedio de 6'10"/km ... la diferencia con el reloj de la foto se debe a que éste marca el momento que arrancaron los atletas de élite, alrededor de tres minutos antes) pero las espirituales, las del alma, las de la solidaridad y compañerismo rompieron todas nuestras expectativas.

28 de marzo de 2023

¿QUIERES SER MÁS RÁPIDO? NECESITAS UN ENTRENADOR

Si alguien se preguntó si era el talento o un entrenamiento sistemático bien sustentado lo que hace que los atletas sean buenos, solo necesitan ver a Joshua Gordon, un mediador profesional de Boston.

El Sr. Gordon corría campo-traviesa en la universidad antes de parar completamente para dedicarse al béisbol.  Seis años más tarde, en 1999, decidió, casi como una broma, correr la maratón de Boston.  Se unió a un programa para aprender como correr largas distancias, un proceso que involucraba un incremento gradual de la distancia de sus corridas y un enfoque exclusivo en la longitud, no en la velocidad.

Terminó la maratón en un poco más de cuatro horas, no muy rápido para un hombre de 24, pero cumplió su meta.  "Estaba encantado", dijo.

Y así se encontró de regreso en las carreras, ingresando a competencias cortas, de 5 y 10 kilómetros.  Buscó entrenarse por su lado, pero nunca hizo algo particularmente bueno hasta que decidió ingresar a un entrenamiento serio y riguroso con la Boston Athletic Association.  Recibió entrenamientos dirigidos en pista una vez por semana y además podía correr con un grupo de atletas talentosos.

Pasó del grupo de corredores medios a ser alguien o que ganaba o que quedaba en los puestos estelares.  Y entrenó para correr todas las maratones de Boston de los últimos ocho años, siendo más rápido cada vez.  El lunes, marcó un tiempo de 2 horas 39 minutos 4 segundos, terminando en el puesto 161 entre 23 000 corredores.  Fue su mejor tiempo a pesar de la lluvia, del frío y de los calambres que tuvo en sus piernas y pies.

El Sr. Gordon encontró que el entrenamiento, si se lo hace de la manera correcta, es el mejor potenciador del rendimiento.  Todavía, parece, hay muy pocos atletas novatos que lo toman seriamente y muy pocos que lo hacen de forma correcta.  Los deportólogos y entrenadores dicen que la mayoría de la gente que quiere correr, nadar, ciclear o ir más rápido o mejorar en casi cualquier deporte no aprecian lo que puede conseguirse con un buen entrenamiento.

"La persona promedio que le gustaría mejorar probablemente no tiene un buen conocimiento de estos aspectos", dice James M. Pivarnik, un deportólogo de la Michigan State University.

El Dr. William O. Roberts, un especialista en medicina familiar de la University of Minnesota está de acuerdo.  Dice:  "Si su objetivo es finalizar, solamente necesita cubrir suficiente distancia.  Si su objetivo es ser más rápido, tiene que entrenar."

Hay programas de entrenamiento por todas partes –en revistas, libros, en el internet.  Pero eventualmente, dicen los deportólogos, la mayoría de la gente necesita guía de un grupo con entrenadores experimentados, como el que se unió el Sr. Gordon, o de entrenadores personales.

El entrenamiento, sin embargo, puede requerir tal compromiso que en el transcurso de los años puede decaer.  No en el Sr. Gordon, quien ama entrenar.  Y es ese amor al entrenamiento serio, dicen los entrenadores, lo que con frecuencia distingue a un buen atleta del mediocre.

"Cualquier gran atleta que consigue todo, donde sea, ama entrenar", dice Tom Fleming, mi entrenador y corredor élite de distancia que ganó dos veces la maratón de New York.

No es que el talento sea irrelevante.  Los atletas verdaderamente talentosos pueden ser mejores sin entrenamiento que mucha gente promedio que entrena.  Pero la mayoría de la gente no está en ese grupo élite, para ellos, el entrenamiento significa la diferencia entre un buen desempeño y uno pobre.

Carl Foster, un deportólogo de la Universidad de Wisconsin, La Crosse, dio un ejemplo de lo que puede hacer el entrenamiento.  Un hombre que corría pero no entrenaba podía completar 5 Km a un ritmo de 7:45 la milla (4:49/Km).  Si entrenaba por seis meses podría mejorar su ritmo  a 6:10 (3:50/Km).

Los más grandes progresos están en la gente no entrenada, dice Hirofumi Tanaka, un deportólogo de la Universidad de Texas.  El rendimiento de los "atletas de élite" está llegando cerca del techo o del límite superior", dice.  "No hay mucho espacio para mejorar".

Pero inclusive la gente que está empezando llega a sus límites dentro de esos seis meses.  Después de esos, las ganancias reales son incrementales y difíciles de conseguir.  Pero la gente retroceder si afloja su entrenamiento.

Muchos descubren que necesitan un programa con entrenadores experimentados, como el grupo del Sr. Gordon, para tener éxito.  El arte de dirigir está en mantener a los atletas en un equilibrio delicado, tensionando sus cuerpos para fortalecerlos pero aflojando antes de que se lesionen.

"¿Cuál es la condición pico?" pregunta el Dr. Pivarnik, el deportólogo.  "Está a un paso de la caída al abismo."

Y no importa lo bueno que sea el entrenador o el programa de entrenamiento, las lesiones son inevitables.

"El momento que digo que quiero poner un número en mi pecho, es cuando empiezo diciendo que acepto el riesgo de la lesión", dice el Dr. Foster.  "Es una decisión que la gente hace y creo que es buena.  Pero debe aceptarlo.  El entrenamiento no es totalmente inocuo".

Después está la pregunta sobre cuáles aspectos de la fisiología de una persona se pueden mejorar.  El entrenamiento afecta tanta a la capacidad del corazón para bombear sangre como a la capacidad del cuerpo para usar apropiadamente esa sangre.  Puede realizar entrenamiento cruzado –realice otros deporte para aumentar su ritmo cardíaco– para regular como bombea su corazón.  Pero para mejorar la capacidad de sus músculos para usar la sangre, debe entrenar haciendo ese deporte.

"Si está entrenando para correr, necesita correr", dice el Dr. Roberts.  "Si está entrenando para patinar, necesita patinar".

En general, dice el Dr. Pivarnik, aquellos que tienen una capacidad innata para desarrollar un gran estado físico cardiovascular son los mejores atletas.  Pero también dice que existen grandes atletas que a pesar de su deficiencia relativa logran significativos incrementos en su forma aeróbica a través del entrenamiento de sus músculos para que usen del 85 al 90 por ciento de su capacidad por períodos prolongados de tiempo.

El Dr. Pivarnik ve esto anualmente cuando él y sus colegas realizan pruebas en los equipos de baloncesto y hockey.

"Corren y patinan, y juegan a la misma velocidad", dice.  "Se pensaría que todos tendrían la misma capacidad aeróbica.  Pero no".

Los entrenadores y los deportólogos advierten que se puede necesitar un largo período de entrenamiento sustentado y consistente para alcanzar su potencial.

Eso es lo que pasó con Lara Johnson, una estudiante de 28 años graduada en Boston.  Una corredora en la secundaria y universidad, entrenó seriamente para su primera maratón de Boston en el 2007, terminando en 3:12.  Siguió entrenando, y el año pasado, a pesar de estar lesionada de enero a marzo, terminó la maratón en abril en 3:11:38.  El tiempo de este año fue de 2:58:33, terminando en el puesto 55 entre las mujeres.  "Tomó años", dice la Sra. Johnson.  "La mayoría del tiempo el cuerpo está progresando.  El entrenamiento debe ser consistente en lugar de solo para una sola carrera.  He pasado por una serie de límites.  Soy más rápida de lo que era en la universidad."

La Sra. Johnson dice que mejoró tanto que tiene una nueva meta: calificar para correr la maratón en las próximas pruebas olímpicas de los EEUU.

"Solo ha sido desde el año pasado que finalmente llegué al punto donde puedo decir eso", dice la Sra. Johnson.

Artículo original:  Want to Go Faster? You Need a Trainer (Gina Kolata/NYTimes)

Foto:  Artem Horovenko | Unsplash.com

10 de marzo de 2023

CUANDO ENTRENAS ES FUNDAMENTAL EL DESCANSO

PREGUNTA A RUNNNER´S WORLD:

Recientemente empecé a entrenar para una maratón y he leído que son muy importantes los días de descanso.  Sin embargo, me parece que correr después de los días de descanso es agonizante  – me siento lento y cansado  ¿Son absolutamente mandatorios los días de descanso? o ¿está bien realizar entrenamiento cruzado en mis días de "descanso"?

RESPUESTA DE RUNNNER´S WORLD:

Los días de descanso son muy importantes.  Lo que muchos atletas nuevos no entienden es que el efecto del entrenamiento ocurre mientras descansan – no mientras entrenan.   Así que, hay que ser igual de diligente en el descanso como en el entrenamiento.

Tenía un amigo que acostumbraba tomar el tiempo de sus días de descanso.  Si había entrenado por una hora en la mayoría de los días, "descansaba" una hora en sus días de descanso.  Permanecía en su sofá, activaba el cronómetro, y descansaba por una hora.  Solía enloquecer a su esposa.

Al mismo tiempo, también existe un valor en el "descanso activo" y el entrenamiento cruzado.  La cantidad de descanso y tiempo de recuperación cambia con la edad.  Si tiene menos de 40 años puede espaciar 24 horas entre los entrenamientos.  Después de los 40, necesita más, alrededor de 48 horas.

Si puede encontrar actividades –como ciclismo, natación o entrenamiento de fuerza– que le hacen sentir mejor y más descansado, realícelas.

Lo que si necesita es al menos un día puro de descanso, para dejar que su cuerpo, su mente y su espíritu tengan algo de tiempo libre.

Artículo original: Rest and Recovery  | John “the Penguin” Bingham | Runner's World

Foto: Gabi Repaska | Unsplash.com



2 de marzo de 2023

SOBRE LAS DECISIONES Y LAS CONSECUENCIAS

Puede escoger sus acciones o puede escoger sus consecuencias, pero no puede escoger ambas

Cuando escoge su acción, las consecuencias son el resultado de su voluntad  ¿Escoge beber en lugar de estudiar?  La consecuencia estará ligada al fracaso  ¿Escoge pasar con sus amigos en lugar de asistir al recital de su hijo?  La consecuencia estará ligada a la pérdida de la confianza de su hijo y a la posible pérdida de respeto de su esposa y el resto de la familia  ¿Escoge manejar demasiado rápido?  Existe una buena oportunidad de que sufra un accidente, una herida e inclusive de que muera o mate.

O puede escoger las consecuencias.  Si lo que desea es tener éxito en su trabajo, seguramente tiene una muy buena idea de las acciones que debe realizar.  Con certeza dar prioridad al trabajo sobre la pereza es parte de ellas.  Si el éxito académico es la consecuencia que desea disfrutar, su plan de acción es claro: se necesita cierta cantidad de estudio y organización.  Quizás  busca construir una relación positiva y cariñosa con sus niños.  Va a tener que separar una cierta cantidad de tiempo para eso, inclusive a expensas de otras cosas que le podrían gustar hacer.

Solo puede escoger uno u otra.  No puede escoger beber y farrear y que la consecuencia sea éxito automático.  No puede escoger ser flojo en el trabajo y que la consecuencia sea una promoción.  No puede escoger gastar el dinero de manera frívola y que la consecuencia sea tener suficiente reserva para los momentos de emergencia.

Lo que sea que haga, acepte su elección.  Si escoge mal, acepte la responsabilidad por las consecuencias de eso.  Si desea actuar de acuerdo a algo deseado en lugar de desviarse del camino, acéptelo también – no se patee o deje que otros lo hagan, por su compromiso.

No es malo que la gente actúe por el momento y realice malas elecciones; lo que se ve mal es que se sorprenda por no conseguir lo que querían.  No sea esa clase de persona: si no puede aceptar las consecuencias de sus acciones, no las haga.  No importa lo que haga, recuerde: la elección es suya.

Artículo original: Choices and Consequences | Dustin Wax | LifeHack.org

Foto: Javier Allegue Barros | Unsplash.com