19 de marzo de 2009

El Hábito de Llegar Tarde


Artículo original:  The Habit of Lateness  (Mark Shead/Productivity501)


Cuando estaba en la universidad,  mi compañero de cuarto tenía muchas dificultades para levantarse en la mañana, así  que con frecuencia llegaba atrasado.  Para ayudarse a ser puntual, adelantaba su reloj cinco minutos.  Lo que le funcionaba por una semana.


Le tomaba siete días acostumbrarse a la idea de que el reloj estaba adelantado y el método empezaba a perder su eficacia.  No importaba.  Simplemente volvía a adelantar el reloj dos minutos más y empezaba el proceso otra vez ... por otra semana.


Me encontraba en mi escritorio revisando algunas notas para mi siguiente clase de la 1:50.  Tomé un libro de la estantería y algo no estaba bien.  Me tomó un minuto descubrir que había visto un reloj con la esquina de mi ojo.  Cuando regresé a ver era la 1:51.  Ahora, para mucha gente, esto podría no ser un gran problema, pero no era una persona que se atrasaba a clase.  Para empeorar la cosa, esta clase en particular era con un profesor que me había contratado como tutor de otros en teoría de la música.  Atrasarme a esa clase era grave porque reflejaría mi pobreza como tutor.


Agarré mis libros y corrí por el pasillo, bajé cinco pisos, cruce el campus  e ingresé al edificio de música.  Corrí por el pasillo hasta el aula esperando no llamar mucho la atención, pero cuando miré a través de la puerta, no había gente.  Las luces estaban apagadas y la sala estaba vacía.  Sin estudiantes, sin profesor, sin conferencia ... nada.


Ahora, este es el punto donde mucha gente habría pensado, "¡Qué bien, no hay clases!", pero este profesor en particular tenía un sentido de humor que lo había visto usar algunas veces.  Por ejemplo, si un estudiante se dormía en la clase, seguía hablando con el mismo tono de voz y hacía que el resto de la clase salga silenciosamente del aula sin despertar al estudiante dormido.  La clase seguiría en otra aula y el dormilón al despertarse no tendría la menor idea donde se habían ido todos.


Veía por todas partes para observar si alguien estaba escondido cerca de la sala de clase.  Sin suerte.  Cuando salía , revisé mi reloj.  Era la 1:37.  Debí esperar alrededor de 13 minutos por la clase.


Mi compañero de clase había seguido adelantando al reloj cada vez que se acostumbraba a la nueva hora.  Resulta que miré su reloj en lugar del mío.  Estaba adelantado más de 15 minutos.


Este es un truco que he escuchado recomendar a la gente.  Solamente debe adelantar su reloj para llegar a tiempo.  El problema es que llegar tarde es un hábito y adelantar el reloj no lo rompe.  De hecho, lo empeora.  Si le parece que no llega a tiempo, no adelante los relojes –acorte el plazo.  Si tiene una reunión a las 2:30, fíjela en su agenda para las 2:25.  Cuando empiece a llegar de manera consistente con cinco minutos de adelanto, habrá roto el hábito de llegar tarde.

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1 comentario:

  1. jajaja muy buen artículo
    Y gracias, es un consejo bastante util, y al cual podria empezar a implementar.

    Soy de las típicas personas que se toman su tiempo, pero no se levantan con el suficiente para hacerlo, por ende... siempre llego tarde.
    Me trajo muchos problemas hasta hace unos meses en el secundario. los ultimos años casi qedo libre por eso
    ajaja. :P

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