Artículo original: Execution is More Important Than Planning (Scott H Young)
Un plan perfecto, pobremente ejecutado, fallará. Un plan flojo, bien ejecutado, con frecuencia es exitoso. Parece obvio, pero la manera para componer una falla es con frecuencia simple: trabajar duro.
Si falló en su objetivo de perder peso con una dieta, ¿es problema de la dieta? ¿O el problema es que no pudo seguirla de forma consistente?
El umbral del esfuerzo
Imagine que cada meta tiene un umbral mínimo de trabajo. Si no coloca al menos ese esfuerzo, no tendrá éxito. A veces necesita más esfuerzo, si su plan es débil. Pero siempre necesita lo mínimo.
Por supuesto, esto no es una verdad universal, pero es una asunción que enfatiza mi punto.
Estar en forma puede tener un requisito mínimo de 3 horas por semana, todas las semanas, en el gimnasio. Conseguir pasar del rechazo social al de seguridad carismática puede requerir 3 000 horas de socialización.
Si no cumple esos mínimos, fallará. Aunque tenga un plan espectacular, si no está consiguiendo lo mínimo, fallará.
Cuando Tenga Dudas, Trabaje Duro
Siempre que me atasco en una meta, mi primera reacción es la de trabajar duro. Con frecuencia, el plan que ya tengo funcionará, solo necesito aplicar más esfuerzo en él.
Muchas metas de la vida no son complicadas, aunque pueden ser difíciles. Cuando no está consiguiendo los resultados que quiere, el problema más obvio es la falta de esfuerzo. Progresar, aunque sea en metas fáciles, necesita de una tremenda inversión de energía y tiempo. Si no está dando el 100%, inclusive la mejor de las estrategias no tendrá valor.
Cambie la Carga de Trabajo, Antes de Alterar la Estrategia
No deje que los problemas simples se compliquen. La explicación más obvia para una falla es la falta de esfuerzo. Y si antes no estuvo completamente comprometido, esto debería ser lo primero a arreglar.
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