26 de febrero de 2008

El poder curativo de la maratón


Artículo original: THE HEALING POWER OF THE MARATHON
By John Meyer

La gente que alcanza las alturas en la Av. Colfax de Denver usualmente es porque están drogadas, no corriendo. Nick Sterner y su hijo Nick Jr. han hecho las dos cosas.

Hace dos años, los Sterners llamaban a la Av. Colfax su hogar. El principal lastre de la ciudad, rodeada por sórdidos moteles, bares de bajada y casas de empeño, era el lugar donde satisfacían sus necesidades básicas y vendían drogas.

"Recuerdo cuando tenía 18 años, caminando por la Colfax con una libra de hierba, un vaso de licor y una pistola ," dice Nick Jr., ahora de 23 años. "Si me hubieras preguntado que haría en el futuro, te hubiera dicho que probablemente estaría muerto o en prisión a la edad de 30."

Ese prospecto no parece probable ahora. En mayo, los Sterner regresaron a l Colfax con una nueva adicción -- correr. Padre e hijo completaron la maratón Post-News Colorado Colfax junto a 13 adictos en recuperación de la Misión de Rescate de Denver, que ofrece un asilo para los hombres sin hogar. En junio, los Sterner empezaron su entrenamiento para la maratón de octubre.

"Es el deporte más espiritual que jamás me imaginé adoptar," dice Nick, de 45 años. "Dices toda clase de oraciones entre la milla 21 (Km 33) y la 26 (Km 42). Pero en la milla cero, al salir por la puerta digo 'Gracias, Dios, por poder hacer esto.'"


Codependencia


La maratón de Colfax no era su primera vez en el camino a la recuperación. Un asiduo consumidor de marihuana por más de 15 años, renunció en 1995 después de que su esposa y sus dos hijos se mudaron. Lanzó sus cigarrillos, salió a un trote de un kilómetro, y durante la siguiente década recuperó su vida. Se convirtió en un corredor dedicado, completando seis maratones con un récord personal de 2:59.

Mientras tanto, Nick Jr., empezó a usar y comercializar metanfetaminas, y en el 2001 ya estaba viviendo en las calles. Su padre dejó todo para encontrarlo y lo introdujo en rehabilitación. Pero en lugar de sacarlo del mundo de las drogas. Nick padre lo introdujo. Muy pronto, padre e hijo estaban volando juntos en Colfax.

En octubre de 2005, Nick Jr. pasó 10 días en prisión por posesión. Estaba listo para limpiarse, pero no solo. Así padre e hijo se inscribieron en el Programa Nueva Vida de la Misión de Rescate de Denver, que provee tratamiento para adictos.

Mientras los Sterner reconstruían sus vidas, los oficiales de la ciudad estaban rehabilitando Colfax, un camino de 26,8 millas (43 Km) que había estado en una situación de decaimiento urbano desde 1960. El plan de rehabilitación incluía el ser anfitriones de una maratón. La inauguración de esta maratón se realizó en mayo de 2006, y Nick padre estaba entre los participantes. Terminó en 3h41, con todos los miembros de la Misión haciéndole barra.

Inspirado en la historia de Nick padre, los organizadores de la carrera colaboraron con la misión para crear un programa de adicto a corredor. Jeff Galloway, atleta olímpico y entrenador, preparó al equipo con tablas de entrenamiento, y Nick padre ayudó con consejos y motivación diaria. Quince hombres (nueve maratonistas y seis medio maratonistas) ganaron sus medallas de finalistas en el evento del año pasado. Nick padre corrió en 3h58 y Nick hijo terminó en 4h43.

"Debido a este programa de atletismo, estos hombres ven lo positivo de un estilo de vida saludable," dice Brad Meulli, presidente de la Misión de Rescate de Denver.

Los Sterner, ambos graduados de la Misión de Rescate, están viviendo en Denver. Nick hijo comparte un departamento con su hermano, Zach, 20 años, quien también ha empezado a correr. Nick padre creó una fundación llamada Fundación de Rehabilitación inspirada en la Actividad para ex residentes de la Misión y otros adictos en recuperación. Nick hijo tiene un trabajo de mercadeo y está tomando clases en el Community College de Denver. Después de ver a su padre, el conoce el riesgo de una recaída. Pero está contento de haber encontrado una manera de combatir sus impulsos.

"Un día, cerré mi cuenta de ahorros," dice. "Tenía en mi bolsillos US$ 450. Ví a alguien con el que solía negociar. La primera cosa que pasó por mi cabeza fue, 'Tengo suficiente dinero para volar.' Mi corazón latió más rápido. Empecé a sudar. Regresé a casa, me puse mis zapatillas de correr y salí. Solía volar. Ahora corro."

22 de febrero de 2008

El hombre de los 483 Km

Artículo original: The 300 Mile Man
Por Ben Hewitt


Dean está listo para realizar la mayor hazaña de su carrera ... salvo que algún corredor que apenas lo conozca, y, peor , que no pueda verlo, esté pensando arruinarla.

Es un poco antes de las 9 de la mañana en este día de julio, y a Karnazes le faltan 24 km para terminar la ultramaratón de Badwater en el 2004, vista como la competencia a pie más díficil organizada en los EEUU. Son más de 217 km de subidas y curvas desde Death Valley, California hasta los flancos del monte Whitney. Obliga a los corredores a ir desde el nivel del mar hasta 2.550 metros. Es correr bajo temperaturas que pasan los 54ºC.

Y Dean Karnazes nunca la ha ganado. El tiene la marca de 0 de 6 en Badwater. Estuvo cerca en el 2003, cuando terminó segundo detrás de la campeona reinante Pam Reed, pero estuvo a 30 minutos de ella. De hecho, todavía no ha ganado un título en los 11 años que compite en el circuito de ultramaratones. En esta mañana, sin embargo, está en la cúspide de la victoria, esto si puede de alguna manera alcanzar a un corredor desconocido llamado Ferg Hawke.

Karnazes ha estado toda la noche detrás de Hawke, un canadiense que corre por primera vez en Badwater. Es una situación complicada debido al precario inicio que vio a Hawke empezar la competencia dos horas antes de Karnazes, haciendo difícil conseguir chequeos de tiempos regulares. A la medianoche, la diferencia estaba estimada en 47 minutos, al amanecer, se había reducido a 12 minutos. Ahora, en el kilómetro 193, la diferencia es de solo tres minutos.

Es una carrera que habla bien de Karnazes, excepto por un simple hecho: está colapsando. Ha estado corriendo por 23 horas y 193 Km. Su paso a disminuido a 9'20"/Km. Hace algunas horas su velocidad era de 4'58"/Km. Y después de una disminución de la temperatura antes del amanecer a 36ºC, a subido nuevamente a 38ºC; y el sol inclemente calienta el pavimento y el cuerpo de Karnazes. Se mueve lentamente, y para. Se inclina, y descansa sus manos en sus cuádriceps, que se mueven involuntariamente como ratones en una trampa. "Estoy teniendo un momento obscuro," dice Karnazes de manera imperceptible. No es el primero. Temprano, cuando el lunes se volvió martes, y cuando Karnazes había corrido 14 horas, miró a las personas de su equipo y les dijo, "hay altos y bajos, y este definitivamente no es un alto." luego rió.

Pero en este momento, Karnazes no está riendo. Y está el único hecho de todos esos kilómetros, apilados unos sobre otros como los troncos de leña. La pregunta es ¿cuándo un momento obscuro se vuelve más obscuro y no es simplemente el anterior a uno de más claro? Solamente Karnazes puede decidir, pero el hecho es que no parece estar en forma para decidir mucho de nada en este momento.

Luego, sin palabras, lo hace. Lentamente, se para. Voltea su cuerpo hacia la meta, una meta que está alrededor de cuatro horas lejos, una meta que le puede proveer a él quizás la mayor gloria de su carrera como atleta ... si solamente puede descontar esos tres minutos. Sabiendo de todas esas cosas, Dean Karnazes levanta un pie entumido del pavimento. Y empieza a correr.

Usted pensaría que cubrir los 24 Km con los pies inflamados y una mente desmotivada podría ser suficiente desafío para Dean Karnazes. Pensaría que conseguir el mayor título como el de Badwater, después de 11 años sin uno, sería el estímulo perfecto. Usted pensaría ...

Pare de pensar, porque mientras más quiere Karnazes ganar Badwater –"Me siento egoísta diciendo que quiero ganar porque el 90% de la gente solo quiere llegar," dijo antes de la carrera. "Pero realmente quiero ganar esta carrera"– se da cuenta que tiene ambiciones más grandes. Un día quiere correr 300 millas (483 Km). Sin parar. Así es. 483 Km ... sin parar. Esto es cerca de 11 1/2 maratones. O dos y un cuarto Badwaters. O la distancia entre Boston y Montreal. Eso es, cerca de 80 horas, sin dormir. ¿Cuán difícil es esto? Trate de sentarse en su acolchado sofá todo ese tiempo sin quedarse dormido.

¿Qué le pasa a este tipo? Para alguien que parece tenerlo todo– tiene 42 años, vive en San Francisco, es casado con dos hijos, trabajó semanas de 60 horas en la compañía de comida que fundó– de donde sacó esa idea? "Tenía el hábito de correr hacia el inicio de las competencias," dice. Por ejemplo, una vez corrió 100 millas (160 Km) hacia la maratón de Napa Valley, llegó justo antes de la partida, y la después cubrió la maratón en 03h15.

Hace dos años, después de inscribirse para una competencia, el solo, la carrera de relevos de 199 millas (320 Km) desde Calistoga hacia Santa Cruz, California, una carrera para equipos de 12 personas, tuvo una idea: correr 101 millas y completar las 300 millas. "Hay cerca de 100 millas desde mi casi hacia la partida de los relevos. Eso es lo que me llevó a pensar en las 300. Es realmente un distancia estándar." ¿Estándar? ¡Qué locura!

En su primer intento de 300 millas, el hizo únicamente 26 millas (42 Km), decidiendo parar a la milla 225 (362 Km) cuando se encontró corriendo dormido en el centro de una autopista de dos carriles. "Era demasiado peligroso para seguir," dice Karnazes, sin aparente ironía.

Luego en el anterior octubre, intentó otra vez 300, con el relevo de Calistoga proveyendo el escenario para la segunda vez. En la noche, cuando necesitaba combustible y mientras su equipo dormía, Karnazes se deslizaría en una tienda de comestibles y tomaría una dona o un café. "Conseguí muchas miradas raras," dice. También fue muy despacio durante 20 horas por un trecho de lluvia continua que le causó hipotermia. Pero una vez más, esta vez a la milla 235 (378 Km), paró. O iba a caer de cansancio o iba a caer dormido," Karnazes dijo. "Subi al asiento del conductor y me desparramé." Tomó una siesta de 15 minutos y luego corrió otras 27 millas (43 Km) para un total de 262 millas (422 Km), o alrededor de 10 maratones. Elimine la siesta y el había estado en la carrera cerca de 76 horas.

Más tarde en el día prometía intentar nuevamente las 300 millas.

No está claro si Dean Karnazes quiere alguna marca desconocida. No hay una lista para la "carrera más larga sin parar" en el libro Guinness de los récords mundiales. Otra cosa: es un récord difícil de definir. "¿Quien dice que es sin parar?" reflexiona Don Allison, editor de la revista Ultrarunning. "¿Y para orinar? ¿Cambiarse de zapatos? Es demasiado amorfo para manejarlo." Para sus propósitos, Karnazes define sin parar a no parar para dormir. Aunque, Allison admite, "si lo hace, será una gran hazaña. Está definitivamente empujando los límites de lo que es posible."

Por decirlo menos, Karnazes es posiblemente el último espécimen de las ultracarreras, la materialización de la carne y la sangre de lo que se visualiza si estuviera construyendo a la máquina perfecta para correr largas distancias. Mide 1,75 m, pesa 156 libras y casi con belleza de estatua. El no sufre de las estructuras desgastadas comunes en muchos ultramaratonistas. Sus pantorrillas son redondas y protuberantes, sus hombros anchos y fibrosos, sus abdominales son como para publicidad. Su cuerpo es el producto de más de solamente mega carreras de millas. En el mundo de las ultramaratones, Las jornadas de 70 a 110 millas por semana (112 Km a 177 Km) de Karnazes no son usuales (aunque dos veces al mes dejará a su esposa y a sus hijos en el medio de la noche para su entrenamiento de 75 millas (120 km) para Napa). Él es, sin embargo, un entrenador comprometido en varios deportes, mezcla la natación, bicicleta, y windsurfing dentro de su régimen. Windsurfing, por ejemplo, "es como hacer ejercicios para lumbares. Y mientras los lumbares desarrollados pueden reducir la velocidad," dice, "ayudan con la resistencia."

Jeff Shapiro, M.D., puede saber más sobre la estructura del hombre que cualquiera, incluyendo a Karnazes. Un anastesiólogo que se especializa en la medicina de cuidados críticos. Shapiro también dirige los relevos de Calistoga y conoce a Karnazes desde 1995 cuando autorizó a que Karnazes compita solo. En estos años, los dos han realizado un número de pruebas en un esfuerzo por determinar como mantener operacional el cuerpo y la mente de Karnazes en las incontables millas después de las cuales otros humanos experimentan agotamiento absoluto.

En 1999, por ejemplo, Shapiro y Karnazes condujeron un experimento que requería la rehidratación intravenosa. El concepto es familiar para cualquiera que ha sido revivido con agua y sal inyectados directamente a la vena: porque el fluido salta el tracto gastrointestinal, que es tratado insignificantemente durante el ejercicio debido a la provisión de sangre a los músculos, y la recuperación se realiza más rápidamente. En una tarde de verano, con temperaturas que bordean los 32 grados, Karnazes iba a correr 32 Km sin comida y sin agua. "La idea era forzarle al máximo, y ver como podría recuperarse con un IV," explica Shapiro, que diseñó una funda de IV con bomba manual que podía ser autoadministrada. No tenían idea de cuan exitoso podría ser: en cierto punto de la carrera, Karnazes se perdió. Shapiro le encontró luego, había estado corriendo cerca de seis horas aproximadamente 56 Km sin sustento alguno. "Lucía peor de lo que nunca le había visto," dice Shapiro, quien observaba a Karnazes al final de la competencia de relevos Calistoga (en la que participaba solo).

El ser humano promedio pierde de dos a cuatro libras de fluido durante una hora de ejercicio. Karnazes, su cuerpo, está acostumbrado a estos esfuerzos, está en el extremo inferior de este promedio. Pero eso todavía implica una pérdida de 12 litros de agua y electrolitos en un período de seis horas. Después de recibir un funda de IV de 250 cc (un poco más de media libra) de agua y sal, se sintió tan bien que corrió otros 24 Km. "Fue impresionante," dice Shapiro. "Y era solo agua y sal. Sin calorías. Imagínense si hubiéramos puesto calorías. Podría ser casi ilimitado lo que podríamos hacer."

Pregúntele a Dean Karnazes por lo que le motiva, y el le dará una respuesta elemental y modesta. "No tengo un talento propio," dice. "No soy el tipo más brillante"– aunque sea un graduado con honores de la Universidad Estatal Politécnica de California, con un MBA y fundador de EnergyWell, fabricantes de productos de queso bajos en carbohidratos y carne de soya bajo la etiqueta Sin Carbs, "Realmente, la única cosa que tengo es resistencia, y siento como que la única cosa que puedo ofrecer al mundo es correr grandes distancias." Muchas de las carrera de Karnazes son organizadas para obras de caridad; estima que ha ganado $100.000 en los años pasados.

Pero profundice un poco más, y encontrará que hay más para su motivación.

Karnazes siempre ha sido atlético y competitivo. Corrió campo traviesa por su colegio, ayudando a su equipo a ganar el campeonato de la liga. Pero quizás lo que más se dice de él fue su éxito no estructurado. El hermano menor de Karnaze, Kraig, un consultor financiero del sur de California, recuerda el momento en el que Dean se negaba a que le lleven a un nuevo parque de patinaje en tabla en Carlsbad, a 48 Km de la casa de la familia. Ocho horas más tarde, el teléfono de los Karnazes sonó: era Dean. Había patinado en su tabla hacia el parque, y necesitaba que lo regresen a casa.

Kraig dice que su hermano heredó mucho de su comportamiento de su padre, Nick, un finalista de la maratón de los Ángeles quien a la edad de 68 todavía corre con fuerza 10 Km. Pero otra pieza del perfil sicológico de Karnazes viene de la prematura muerte de la hermana menor, Pary, quien murió en una accidente de auto a sus 18 años. Dean tenía 20, y era muy cercano a su hermana. "Fue devastador," dice. "Y no hubo comunicación entre la familia. Se convirtió en un tema tabú que nos dividió." También enseñó a Karnazes la dura verdad de la fragilidad de la vida. "Tu juego puede estar arriba en cualquier momento. Sentí que necesitaba perseguir lo que sea que mi corazón diga que persiga."

En esa época, Karnazes se alejó de las carreras y puso la mayoría de su energía en la graduación de la universidad, instalándose en San Francisco con su novia de la escuela, Julie Abbott (con quien se casó en 1988). Después de conseguir un MBA, aceptó un empleo en el departamento de mercadeo de ClaxoSmithKline, una compañía farmacéutica global. Su vida parecía estar en perfecto orden. Demasiado perfecta, en verdad. Después de algunos años de cerrar un negocio después de otro, Karnazes dice, "Me sentí como que estaba en el juego solo por el cheque del sueldo. Había una real falta de intensidad en mi vida. Era aburrido. Estaba aburrido."

Todo cambió en la noche de su cumpleaños 30, 22 de agosto de 1992. Karnazes celebró al ser arrojado del Paragon, un club muy popular de San Francisco. Tarde en la noche, ebrio, deprimido y en el medio de lo que ahora describe como una crisis de la edad media, caminó a casa. En la parte trasera de su casa, se despojó de sus pantalones y saco, se calzó sus zapatillas viejas y usando una camiseta de algodón, pantaloneta y medias negras de seda hasta las rodillas, empezó a correr por primera vez después de una década. No paró hasta que llegó a la bahía Half Moon, 30 millas (48 Km) al sur de San Francisco. "Estaba conectado, totalmente enganchado toda la noche," Karnazes dice. "Todos mis sentidos se despertaron. Sabía que algo grande estaba pasando."

Después de que se había recuperado de su épico cumpleaños, Karnazes cayó en una rutina de carreras más sustentable, realizando de cinco a seis millas (8 a 9,6 Km) cuatro días por semana. Fue durante una de estas salidas que se unió a un pelotón de soldados que hacían repeticiones en una de las notorias cuestas de San Francisco. Intrigado, Karnazes consultó que hacían. Su respuesta fue cambiando la trayectoria de su vida: entrenando para los 100 millas (160 Km) de los estados occidentales. Con la esperanza de clasificar para la competencia, incrementó drásticamente su millaje y alteró su dieta para excluir todos los azúcares refinados. En el otoño del 93, clasificó para la carrera de 100 millas al correr las 50 millas del Gibson Ranch en 8h27 después de lo cual renunció al directorio de su compañía Lexus. "Fue un bautizo de fuego," dice Karnazes. "Solo sentí la necesidad de arrojarme a los eventos más intensos que pudiera encontrar." El año siguiente, Karnazes terminó las 100 millas en 21h01'14".

Para aquellos cercanos a él, la transformación de ejecutivo corporativo a ultracorredor maníaco no era una sorpresa. "Su personalidad dicta que va a ser el mejor en lo que haga," dice Julie. "No puedo, no es la frase frecuente." Aunque puede resultar abrumador, Julie dice que disfruta verle emocionarse con eventos absurdos y aprecia el dolor al que se somete para asegurar que el entrenamiento y competencias no impacten negativamente a la familia. "No me deja colgada, aunque eso signifique que debe levantarse a las cuatro de la mañana para correr," dice Julie.

Karnazes tiene dos intentos de 300 millas para recordarlos y aprender de ellos. Por ejemplo, el cree que puede ir desde 225 millas (362 Km) a 262 millas (421,6 Km) en octubre corriendo las primeras 100 millas más lento, 24 horas versus 21 horas. Y para su siguiente intento (todavía no programado), está pensando en buscar un recorrido menos empinado que el de Calistoga. "No quiero correr alrededor de una pista hasta desfallecer," dice Karnazes, "pero tengo que ser realista." Y otra vez, si no corre las 300 millas como parte de una competencia, el "perderá la energía de los otros corredores. Es difícil decir como podría afectarme."

Ahora, los efectos ya nos bonitos. Durante su último intento de 300 millas, en su primera noche, Karnazes empezó a sufrir alucinaciones, al punto de creer que las luces de los vehículos eran los ojos de serpientes. "Fue más mental que cualquiera de las competencias en las que había participado," dice, "porque la distancia era muy desalentadora." Y aún, por si correr 262 millas (421,6 Km) no fuera espantoso, el avanza sabiendo cuan cerca está de su meta. "Más que nada, esa carrera fue buena para mi cabeza. Supe que corrí 262 millas y caminé desde ahí."

No solo caminó desde ahí. Al día siguiente, después de caminar a las 5h00 para llevar a sus hijos a la escuela, Karnazes salió a correr.

Como ser un experto


Artículo original:  How to be an expert (Kathy Sierra)

La única diferencia entre usted como novato y usted como experto es dedicación  ¿Y todo lo que se habla sobre los prodigios? Todos podríamos ser prodigios  (o casi) si sólo pondríamos el tiempo y el enfoque. O es al menos lo que dicen los estudiosos del cerebro. Lo mejor de todo es que casi nunca es demasiado tarde.

Hablando seriamente ¿Cuánta gente piensa que ha perdido su oportunidad de ser un músico, un golfista experto o un maestro de ajedrez porque no empezaron cuando eran jóvenes? ¿O porque simplemente no tienen el talento natural? Esas personas (la mayoría) están equivocadas. De acuerdo con algunos científicos del cerebro, casi todos podemos desarrollar habilidades de clase mundial (o al menos de nivel de expertos) en cosas para las cuales no estamos físicamente impedidos.

Aparentemente el talento divino, natural y las predisposiciones genéticas no son todo lo que se requería. O al menos no en la manera que nos imaginábamos. Resulta ser que en lugar de estar naturalmente habilitado para la música, el ajedrez, las matemáticas o lo que sea, un desempeño superior tiene más que ver con la concentración, dedicación y un simple deseo de seguir mejorando. En teoría, otra vez, cualquiera con la voluntad de hacer lo necesario para mejorar, será mejor.

Talvez el "artista con talento natural" era simplemente aquel que practicó ardua y delilberadamente. El Dr. Anders Ericsson, profesor de sicología de la Universidad Estatal de la Florida, ha pasado la mayoría de sus 20 años de carrera estudiando a los genios, prodigios y personajes con alto redimiento. En el libro The New Brain, Richard Restak cita a Ericcson en sus conclusiones:

"Para el individuo de rendimiento superior la meta no es solo repetir la misma cosa una y otra vez sino el conseguir niveles más altos de control en cada aspecto de su rendimiento. Es por eso que no considera a su entrenamiento aburrido. Cada sesión de práctica está trabajando en hacer algo mejor de lo que hizo la última vez."

No es cuan larga es la práctica, es como practican. Básicamente, es algo como esto:

La mayoría de nosotros queremos practicar las cosas en las que ya somos buenos y evitamos aquellas en las que fallamos. Permanecemos en niveles de novatos promedio o intermedios por siempre.

Pero la investigación dice que si deseamos invertir más horas y usar esas horas para practicar las cosas que no son divertidas, podríamos llegar a ser buenos. Grandes. Potencialmente brillantes. Necesitamos, como dice Restak, "una furia para dominarlo." Esa dedicación para manejar con maestría al potencial experto en los más sutiles aspectos del desempeño y para nunca estar satisfecho. Siempre existe más para mejorar, y ellos están dispuestos a trabajar en el material menos divertido. 

Hay mucho más en la ciencia del cerebro sobre este tópico, por supuesto solo estoy presentando lo más destacado. Y mucho de las investigaciones son nuevas y posibles gracias a los sistemas fMRI (resonancia magnética) y PET (tomografías con emisión de positrones). Y me ajusto un poquito ... hay la creencia de que para ser, literalmente, el mejor en el mundo del ajedrez, del violín, matemáticas, programación, golf, etc. debería tener algo genéticamente especial. Pero ... eso es para ser el mejor. La investigación sugiere que lo que sea ese ingrediente, ese cuenta solo para ese pequeño 1%  que impulsa a alguien al estado de campeón mundial. El resto –incluyendo a los que no tenemos ese ingrediente– podríamos convertirnos en expertos de clase mundial (o al menos nacional), si tenemos el tiempo, y lo hacemos de la forma correcta.

Las personas caen típicamente en una de las tres categorías del gráfico: experto, amateur, o de abandono. Los del abandono deciden que durante la fase de "soy malo en esto" que no vale la pena continuar. Se rinden ¿Es eso algo en lo que puede trabajar?¿Conoce cuál es su nivel de desgaste?

El novato es aquel que está satisfecho con el lugar en que se encuentra. Hay personas que se les escucha decir, "Si, Sé que hay una mejor forma de hacerlo, pero yo ya conozco como hacerlo de esta manera [menos eficiente, menos poderosa] y para es fácil seguir haciéndolo así." En otras palabras, pasaron el umbral mínimo pero no quieren buscar nuevas habilidades y capacidades. No quieren fracasar otra vez. Pero eso significa que nunca pasarán el umbral de excelencia donde está la mayor oportunidad de apasionarse por lo que hacen.

Recuerde, ser mejor es mejor. En lo que sea que usted sea bueno será más divertido, más satisfactorio, una experiencia enriquecedora que le conducirá a más movimiento.

Sobre que nunca es tarde ... la mayoría soñamos con besar la medalla olímpica de oro. Y con mi estatura, mi carrera en el baloncesto no tiene esperanza. Pero piense en esto ... La actriz Geena Davis casi clasificó para ser parte del equipo olímpico de arquería de EEUU, un deporte en la que ella empezó a los 40 años, tres años antes de las pruebas de clasificación.

Y si los neurocientíficos tienen razón, usted puede crear nuevas células cerebrales  prácticamente a cualquier edad. Piense en esto ... si tiene 30 años, y empieza a tocar guitarra mañana, habrá estado tocándola por veinte años cuando tenga cincuenta. Y si tiene cincuenta, no hay razón para que no se un buen guitarrista a los setenta ¿Qué está esperando?

21 de febrero de 2008

Apple rebajó el precio de su iPod Shuffle


Apple anunció el martes que rebaja los precios de los modelos iPod Shuffle de 1GB a US$49 y que muy pronto presentará el nuevo modelo de 2GB a un increíble precio de US$69,00.

Este dispositivo es el más pequeño y económico de la línea de reproductores de música de Apple. Viene con un clip que le permite ser colocado con facilidad en la ropa.

18 de febrero de 2008

Llega el Forerunner® 405 de Garmin

Al revisar el portal oficial de Garmin me encuentro con el último modelo de su famoso reloj con GPS (Sistema de Posicionamiento Global).

Garmin informa que el ultimo modelo Forerunner® será presentado en el mercado norteamericano en el primer cuatrimestre de 2008 a un precio de US$320. Este reloj (que también tiene la opción para visualización del ritmo cardiaco) se lo ve más pequeño y elegante que sus predecesores. 

La famosa empresa fabricante de dispositivos GPS promociona a su nuevo producto como el reloj que permite registrar su entrenamiento para luego enviarlo de forma inalámbrica a su computador. Lo último en la tecnología de entrenamiento. Más características de este precioso dispositivo en el cuadro de especificaciones técnicas.

17 de febrero de 2008

Ejercicios abdominales para correr


Elite Abs
Por: John Hanc
(edición impresa)


Los mejores corredores de EEUU tienen un arma secreta: entrenamiento del tronco. Robe sus movimientos y estará más fuerte, en mejor forma y será más eficiente al correr.
¿Y los impresionantes músculos abdominales? Esos son un bono


De lunes a sábado a las 17h00 podrá encontrar a algunos de los mejores corredores de EEUU –incluyendo a Meb Keflezighi, Deena Kastor, y Ryan Hall– gruñendo y gimiendo todos juntos en el piso alfombrado del Club de Atletismo Snowcreek en Mamoth Lakes, California. Bajo el fuerte sonido de un ritmo tecno y el vigilante ojo del entrenador Terence Mahon (a quien Meb lo ha llamado "Dr. Dolor"), los miembros del equipo estadounidenses entrenan 45 minutos para conseguir una meta común: construir abdominales y lumbares más fuertes que solo pueden describirse de una manera –élite.

Un intenso entrenamiento del tronco se ha convertido en esencial para los corredores de élite por una buena razón: mejora la eficiencia y la resistencia, y reduce el riesgo de lesiones. Dan Browne, maratonista olímpico del 2004 y un regular visitante de la alfombra en las sesiones de las 17h00, es rápido para nombrar los beneficios que ha experimentado desde que comenzó un régimen regular: "cuando estoy corriendo, algunos de los músculos que solían fatigarse no se cansan tan rápidamente, permitiéndome correr más fuerte y más lejos."

El secreto es la estabilidad. Esto debido a que la fuerza del tronco es la que desde el inicio controla el movimientos de la cadera y la columna cuando corre. Recuerde cuando aprendía a manejar bicicleta. Se tambaleaba y a lo mejor se caía hasta que su papá o mamá lo ponía una mano en su espalda. Cuando corre, su tronco actúa como esa mano estabilizadora. Mientras más fuertes son esos músculos, más estable es su centro –y más eficiente será su carrera.

Un tronco fuerte también ayuda a dirigir aspectos sobre utilizados. "Si no tenemos un centro fuerte, otros músculos tienen que estabilizarnos," dice Toni Dauwalter, un fisioterapeuta entre cuyos clientes se incluye al atleta olímpico Carrie Tollefson, especialista en 1500 metros. Mahon cita una letanía de problemas relacionados relacionados con la ausencia de esa mano estabilizadora.

Es esta precisamente la razón por la cual todo corredor de alto nivel busca poner en movimiento su tronco. Pero no hay estándares industriales. Las rutinas están dentro de una gama que va desde la vieja escuela hasta la última generación. Brian Sell, tercero en las eliminatorias de noviembre para los Juegos Olímpicos, gruñe con 150 sentadillas. Tollefson realiza ejercicios típicos de la clase de gimnasia: planchas y abdominales. Y Shayne Culpepper, atleta olímpico de 5.000 metros, realiza Pilates.

Después está la rutina seguida por el equipo de EEUU. En el 2006, el entrenador de fuerza y acondicionamiento Dennis Kline de la Universidad e Wisconsin revisó el entrenamiento de abdominales del escuadrón, creando un régimen que apunta no solo a los abdominales sino también espalda, cadera y glúteos. El programa combina ejercicios estáticos que mejora la fuerza en general y la resistencia muscular con movimientos dinámicos que enseñan al tronco y a las piernas a trabajar juntos. "Estamos imitando el movimiento para correr," dice Kline. "Por lo tanto usamos algunos ejercicios que se enganchan mientras se usan las piernas."

Josh Cox, que se unió al grupo en julio pasado, nunca antes había hecho algo tan intenso con regular frecuencia. "Pasé muy adolorido la primera semana," admite. Meb, quien también intentó inicialmente con algunos de los ejercicios, ahora tien una fuerza impresionante - y un visible 'six pack' para probarlo. "Es un trabajo duro," dice Keflezighi, "pero para ser más rápido, debes estar en la mejor forma."

Equipo de soporte

El centro de su cuerpo –aproximadamente 30 músculos que conectan sus piernas con su cadera, columna y caja torácica– tiene un gran trabajo. A saber, trabajar de forma sinérgica para estabilizar su tronco. Esto es particularmente demandante cuando corre, debido a que le 60% de su cuerpo cambia de sitio en alrededor de 0,02 segundos, dice Dennis Kline. Aquí están están los estabilizadores básicos y como funcionan cuando corren.

1. Oblicuos
Estos músculos rotan su torso y trabajan con los abdominales transversales para soportar a su centro durante el movimiento.

2. Abdominales rectos
Este músculo es el de la estética del buen estado físico: el contorno de los abdominales rectos contraídos forman el tremendo 'six pack'. Además de ayudar a estabilizar su tronco, su principal función es el de flexionarlo o doblarlo.

3. Abdominales transversales
El más interno de los músculos abdominales envuelve lateralmente alrededor del centro, actuando como un cinturón interno.

4. Psoas Mayor/Iliacus
Mejor conocido como el flexor de la cadera, estos músculos levantan el muslo hacia el abdomen y limitan el exceso de movimiento de la articulación con la cadera

Erector Spinae (lumbares)
Esta colección de tres músculos (no mostrados) ponen derecha la espalda y junto con músculo pequeño soportan a la columna.

Hoja de vida del centro corporal

Las oportunidades son que no pueda estar al nivel del mega talento de los miembros del equipo de eEUU –pero si puede copiar su rutina de ejercicios. Dennis Kline, adoptó presenta la rutina adaptada para el corredor de todos los días. Los dos entrenamientos, base del estado físico y fuerza dinámica, trabajan en conjunto. Los ejercicios de base desarrollan fuerza muscular, resistencia y balance; los movimientos dinámicos construyen potencia. Será capaz de correr más fuerte durante más tiempo.

BASE DEL ESTADO FÍSICO

(a) Plancha/plancha lateral
Colóquese en posición de empuje con sus antebrazos en el piso, manteniendo su cuerpo en línea recta, sus codos directamente debajo de los hombros, y sus abdominales contraidos. Sostenga. Vire hacia su lado, manteniendo el codo directamente debajo del hombro y ambos pies en el piso, el pie de arriba adelante. Levante la cadera hasta que su cuerpo mantenga una línea recta. Para todas las variantes, inicie con 30 segundos, hasta llegar a 2'30".
FASE DOS: Mantenga la plancha, pero baje y levante en la posición lateral en cuatro series de seis repeticiones, manteniendo cada repetición hasta contar cuatro. La plancha fue originalmente utilizada para probar la fuerza de la espalda baja, dice Kline, y si puede sostenerla más de dos minutos, su probabilidad de tener problemas en la espalda baja es mínima.
RECOMPENSA: Desarrolla músculos abdominales y de la espalda baja que soportarán y estabilizarán su centro corporal.

(b) Ave-perro
Empiece sobre sus manos y rodillas, espalda recta. Levante la pierna y brazo opuestos a la altura de la cadera y el torso. Mantenga por 10 segundos, hasta llegar a 30.
FASE DOS: Realice cuatro series de seis repeticiones, con cada lado, manteniendo cada repetición hasta la cuenta de dos.
RECOMPENSA: Fortalece los músculos a lo largo de la columna, espalda superior y glúteos.

(c) Extensión de la espalda
Inicie boca abajo en una silla romana (como el dibujo) con sus piernas enganchadsa y levante su torso hasta quedar paralelo al piso; su espalda debería estar recta, no arqueada. Mantenga por 45 segundos, hasta llegar a 3 minutos. (El enfoque está en la resistencia muscular, no en la pura fuerza, por lo que no requiere peso adicional.)
FASE DOS: Haga cuatro series de seis repeticiones.
RECOMPENSA: Mejora la fuerza y resistencia muscular de la espina erectora y otros extensores de la espalda.

(d) Extensión suiza de la cadera
Inicie sentado en una pelota estabilizadora, luego mueva sus piernas hacia adelante para que la pelota se mueva por su espina hasta que alcance los omóplatos, levante la cadera hasta el torso esté paralelo al piso. Luego levante una rodilla alrededor de 45 grados, bájela, luego baje la cadera hasta el piso y repita con el otro lado. "No se sienta frustrado si no lo hace la primera vez," dice Kline. Haga tres series de siete repeticiones, con dos minutos de descanso entre series.
FASE DOS: Lo mismo de arriba.
RECOMPENSA: Simule el movimiento de correr, pero en una superficie inestable (la pelota), busque que trabajen juntos los flexores de la cadera (psoas, illiacus) y los extensores (glúteos) con los abdominales y la espalda para estabilizar la espalda.

(e) Brincar con dos piernas
Es en esencia un amplio salto estando parados. Desde la posición vertical, saltar tan lejos como pueda; use sus brazos para impulsarse. Cuando aterrice, salte otra vez hasta un total de tres sin parar. Realice tres series, con dos minutos de descanso entre ellas.
RECOMPENSA: Forza a la cadera a trabajar en conjunto con los músculos de la cintura para estabilizar el tronco desde el empuje hasta el aterrizaje.

No se detenga "No se va a sentir bien las primeras semanas realizando este entrenamiento para la cintura, pero una vez que pase ese tiempo, sentirá los beneficios. Se sentirá más fuerte, y se descubrirá manteniendo la forma correcta a lo largo de su carrera." – Josh Cox (maratonista de 2:13)

FUERZA DINÁMICA

(f) Camina con pesas
Sosteniendo un par de moderadas pesas (alrededor de 10 libras más de las que usa para las flexiones de bíceps), de pequeños pasos hacia adelante por 10 segundos y hacia atrás por otros 10 segundos. Respire de forma natural. Haga tres series, con un minuto de descanso entre ellas.
RECOMPENSA: Los pesas ayudan a activar la cintura para estabilizarla mientras camina, la misma acción que desea que ocurra cuando corre.

(g) Inclinaciones laterales erguidas
Coloque una barra sobre sus hombros y sosténgala con las dos manos, Mantenga su peso en los talones, sus rodillas ligeramente dobladas e incline su cuerpo hacia un lado. Repita del otro lado. Trata de mantener un tiempo de tres segundos (al bajar la barra hacia un lado), un segundo y regresar a la posición vertical. Realice tres series de cinco repeticiones en cada lado, con dos minutos de descanso.
RECOMPENSA: Construye fuerza muscular y resistencia en los oblicuos y los 'quadratus lumborum' (un músculo interno de la espalda).

(h) Levantamiento turco
Acuéstese sobre su espalda, y levante una pesa ligera (alrededor del peso que usa para las ejercicios de hombros) con el brazo derecho sosténgala sobre usted. Luego levántese, manteniendo su brazo recto todo el tiempo. Baje, finalizando su movimiento de la forma como empezó, "No importa como se levanta o se acuesta, esto recluta muchos músculos de la cintura," dice Kline. Haga tres series de cinco repeticiones (con cada brazo), con dos minutos de descanso entre ellas.
RECOMPENSA: Consigue que la cintura y las piernas trabajen juntas, ya que al mantener un peso sobre su cabeza activa toda la cintura mientras los músculos de las piernas están ocupados para levantarle y acostarle.

(i) Levantamiento corporal
Cuélguese de una barra, con las palmas alejándos de usted. Sin usar impulso, use su cintura para recoger su cuerpo hasta que sus rodillas están entre sus brazos (estará casi de cabeza). Mantenga un segundo, luego retorne lentamente. Si es demasiado duro, mueva una rodillas para iniciar el movimiento, dice Kline. Empiece con una a dos repeticiones, hasta llegar a cuatro, después añada otra serie, con 90 segundos de descanso entre ellas.
RECOMPENSA: Trabaja una total flexión del cuerpo –los abdominales, flexores de cadera, 'latissimus dorsi' (la espalda), y bíceps.

En el portal de la revista Runner's World encontrará los vídeos de los ejercicios.

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16 de febrero de 2008

El consumo de grasas al correr


Artículo original:  THE BURNING QUESTION (Jason Karp, Runner's World)

¿Qué hace que un corredor esté en el lado delgado de la ecuación del consumo de calorías? A continuación cinco respuestas fáciles.


La pérdida de peso es muy simple. Queme más calorías de las que consume y pederá peso. Como corredor, tiene suerte, porque correr es una de las mejores y más rápidas formas de gastar energía. Para perder una libra, necesita quemar 3500 calorías más de las que come. Y al correr se quema alrededor de 100 calorías por milla (1,6 Km). Correr también mantiene el metabolismo elevado por horas después del entrenamiento, lo que significa que quema más calorías aunque esté sentado en su escritorio, en su oficina o descansando en su hogar.


Pero deténgase antes de querer una dona extra. Los corredores enfrentan una verdad frustrante: los investigadores han demostrado que la tasa de metabolismo postentrenamiento es mucho mayor en los individuos no entrenados. A medida que está en mejor forma, se recupera rápido, de tal manera que su tasa de metabolismo regresa a su estado de reposo más pronto, y no quema tantas calorías como su vecino que corre ocasionalmente.


Deberá adaptarse durante el entrenamiento, cuando su tasa de metabolismo está al máximo y, por supuesto, tiene un gran impacto en su quemado de calorías y subsecuente pérdida de peso. 


Registre más millas

Añadir más millas a su semana es probablemente la forma más fácil y más obvia para quemar más calorías. Al correr de 5 a 10 millas más (8K a 16 Km), quemará un extra de 500 a 1.000 calorías semanales. Y es más excitante de lo que suena: mientras más corra, mejor responde su cuerpo para ahorrar carbohidratos y depender de la grasa como combustible. Se volverá una eficiente máquina quemadora de grasa.


La mejor manera para empezar a quemar más calorías es el añadir 1,6 Km (o de cinco a diez minutos) a cada uno de sus carreras diarias por tres semanas; luego retornar para una semana de recuperación. Después de la semana de recuperación, continúe sumando millas (o tiempo) en la misma forma.


Vaya largo

Un carrera larga quema más calorías de dos formas. Primero, hay un consumo de 100 calorías por milla (1,6 Km): corra 15 millas (24 Km) y quemará una impresionante cantidad de 1.500 calorías. Inclusive quemará más de 110 calorías por milla, dependiendo de la cantidad de oxígeno que use mientras corre y de su peso corporal. (Cuesta más oxígeno transportar a una persona más pesada.) Las mujeres, lamentablemente, queman menos calorías por milla que los hombres, ya que típicamente pesan menos.


Las largas no solo queman más calorías; un número de estudios muestran que también ayudan a potenciar su metabolismo poscarrera, con frecuencia de manera exponencial. Mientras más tiempo una persona camina al 70% de su máxima capacidad de consumo de oxígeno, o VO2max, más demoran sus tasas metabólicas en retornar a sus niveles preejercicios. En otro estudio, se indica que las tasas metabólicas postentrenamiento se duplican cuando la cantidad de tiempo sujeto a ejercicio se incrementa de 30 a 45 minutos y se incrementa más de cinco veces después de ejercitarse por 60 minutos.


Para cosechar las recompensas de la pérdida de peso al correr largas, inicie las largas semanales alrededor de dos minutos por milla más lento que su paso o velocidad de 5K. Aumente el tiempo total de la larga entre 5 y 10 minutos (o una milla) cada semana por tres o cuatro semanas antes de la semana de recuperación. Si corre más de 40 millas por semana (más de 64 Km), o si corre más rápido de ocho minutos la milla (5'/Km), puede añadir dos millas de una sola vez a su larga. Su larga no debería representar más del 30% del millaje semanal.


Encuentre el ritmo

Por supuesto, alcanzará un punto sicológico, fisiológico y profesional en el cual no podrá añadir más millaje semanal o más millas a sus largas. Es el momento en el cual debe encontrar el ritmo, y correr a la velocidad de su umbral láctico es una excelente manera de hacerlo. Su umbral láctico marca el punto entre el correr casi exclusivamente de forma aeróbica y el esfuerzo que incluye un significativo metabolismo anaeróbico (independencia del oxígeno). Le indica la velocidad a la cual usted cruza hacia los dominios que le hacen correr con más dificultad y con inminente fatiga. Permanezca justo en el límite, y estará en el ritmo ideal para prender fuego a las calorías: estará trabajando en la más alta velocidad sostenible del gasto de energía aeróbica.


El umbral láctico también representa la transición entre la dependencia de una combinación de carbohidratos y grasas versus carbohidratos como única fuente. Los dos combustibles proveen energía en una escala movible, a medida que aumenta su velocidad hacia el umbral láctico, su necesidad de grasas disminuye mientras su dependencia de carbohidratos aumenta. Muchas personas que han escuchado alguna versión de esto están inclinadas a ejercitarse siempre a intensidades más bajas para quemar más grasa. Pero las investigaciones muestran que al correr en o ligeramente debajo de la intensidad del umbral láctico se obtiene la más alta tasa de oxidación de grasa. Aunque el porcentaje de calorías de grasa es sin duda es pequeño cuando se corre debajo del ritmo de umbral láctico, el número total de calorías gastadas por minuto es mucho más alto que el de una intensidad más baja.


Desde el punto de vista de rendimiento, correr al nivel de umbral láctico le da la mejor explosión aeróbica para su resistencia, incrementando su umbral hacia un paso más rápido. Aumentando la velocidad a la cual llega su umbral le permite correr más rápido antes de fatigarse. El beneficio de poder correr aeróbicamente a un paso de 8'/milla (5'/Km) comparado con un paso de 8:30 (5'17/Km) es obvio.


Ahora aumente un poco más

Mientras la velocidad a la que corre no afecta la cantidad de calorías que quema durante una distancia específica, si afecta la cantidad de calorías que quema después. Algunos estudios han mostrado que mientras más intenso es el ejercicio, mayor y más largo es el incremento de la tasa metabólica posentrenamiento y más peso subsecuentemente se perderá. En otro estudio, triatletas que ciclearon al 75% de su VO2 max por 20 minutos quemaron más calorías después de su entrenamiento de lo que lo hicieron al ciclear solo al 50% de su VO2 max por 30 o 60 minutos.


Otro estudio publicado comparó las tasas metabólicas de dos entrenamientos con igual consumo de calorías: uno de corta duración, entrenamiento de alta intensidad (51 minutos al 75% del VO2max) y uno de larga duración, entrenamiento de baja intensidad (78 minutos al 50% del VO2 max). Los investigadores encontraron que el entrenamiento de alta intensidad dejaba a los sujetos con una tasa más alta que la del entrenamiento de baja intensidad.


Añada alguna intensidad y haga trabajar a su metabolismo por usted después del entrenamiento.


Corra dos veces diarias

Aunque requiere más tiempo correr dos veces al día, es más fácil correr cuatro millas (6,4 Km) en la mañana y seis millas (9,6 Km) en la noche, que correr un sala vez ocho millas (12,8 Km). Físicamente, las dos sesiones más cortas le dan a su cuerpo un descanso; sicológicamente, solamente tiene que manejar distancias cortas. Así está incrementando su millaje –y la quema de calorías– mientras el desafío para el cuerpo y la mente es menor.


Partir sus carreras en dos más cortas también causará dos elevaciones separadas en su tasa metabólica posentrenamiento – lo que le dará dos oportunidades para quemar más calorías durante el día. Un estudio mantuvo a mujeres corriendo durante 50 minutos al 70% de su VO2 max un día y dos veces por 25 minutos a la misma intensidad en otro día. El incremento combinado en la tasa metabólica posentrenamiento fue más alta después de dos entrenamientos que después del entrenamiento simple. Al correr dos veces diarias se dobla el efecto posquemador. Y se encontrará en el lado correcto de la ecuación de quemado de calorías.

15 de febrero de 2008

Tres cosas que debería saber sobre los años bisiestos


  1. Un año bisiesto es cualquier año par divisible para cuatro – excepto para los años de los siglos que deben ser divisibles para 400. No es un sistema perfecto: el año gregoriano es 27 segundos más largo que el año astronómico. El 12008 habrá un desfase de 3 días.
  2. Los días del 5 al 14 de octubre de 1582 nunca existieron en las tierras católicas. Los británicos que nacieron entre el 3 y 13 de septiembre no tuvieron cumpleaños en 1752. Esos días fueron eliminados cuando el mundo occidental cambio del calendario juliano al gregoriano.
  3. El tiempo internacional atómico – marcado por relojes ultraprecisos – está gradualmente adelantando el ritmo del tiempo astronómico, que está determinado por la rotación de nuestro planeta. (El giro de la tierra es cada vez más lento) Así en 1972 el Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra empezó a añadir de manera ocasional segundos bisiestos. Lo han hecho 23 veces, la más reciente adición se realizó el 31 de diciembre de 2005.

Leído en: Wired

El iPhone lidera en satisfacción


ChangeWave estudió el negocio de los teléfonos celulares y descubrió que casi todos los competidores están cerca, excepto Apple.

Palm y Moto prácticamente empatan en satisfacción al cliente y RIM (CrackBerry, el término usado para nombrar a los Blackberries) es el que más se acerca al increíble porcentaje de 72% de usuarios que dicen estar muy satisfechos con su iPhone.

Leído en: Applesfera

10 de febrero de 2008

Qué pasó en realidad en Chicago

Fundición
Qué pasó en realidad en Chicago


Por David E. Thigpen
Traducido por Rubi Torres

Peter Browne pensó que estaba listo. Todo el verano había entrenado en clima caliente para la maratón de Chicago bajo la supervisión de un entrenador especializado, esperando romper la marca de tres horas por primera vez.  Browne también tenía una inmensa motivación, la semana de la competencia marcaba el vigésimo aniversario de un accidente en motocicleta en la que se rompió la espalda. Había trabajado de todas las formas posibles para recuperarse de la parálisis.

Temprano en la mañana del 7 de octubre, armado con tabletas para el suministro de electrolitos y una gorra blanca para protegerse del sol, con mucha seguridad se zambulló en el enjambre de 36.000 corredores. Browne, de 42 años y corriendo su quinta maratón, encontró de forma rápida su ritmo. Con diligencia bebió agua y Gatorade en cada estación de ayuda. En la marca de la media maratón, estaba dentro de su plan al pasar en 1h31.

Pero en la milla 20 (32,18 Km), debilitado por el intenso calor, Browne empezó a disminuir su velocidad. En la milla 23 (37 Km), se paralizó por los calambres de la pierna. A menos de una milla (1,6 Km) de la meta se encontraba solo a unos pocos minutos detrás de su ambicioso tiempo de tres horas, empezó a tambalearse por  lo que fue agarrado por voluntarios de la competencia que le empujaron a la acera. "Me senté," dice Browne, " y me desmayé". Fue llevado en ambulancia a la sala de emergencia del hospital Mercy, donde pasó la noche bajo tratamiento por deshidratación y agotamiento por calor.

La historia del día de Browne –desde la emoción hasta el desengaño, desde el recorrido de la competencia hasta la sala de emergencia– se repetiría decenas de veces. E inclusive para muchos que no tuvieron problemas médicos, la maratón fue un doloroso ejercicio que terminó en frustración y amarga desilusión.  Los organizadores esperaban celebrar el trigésimo aniversario de la carrera, fomentando la candidatura de Chicago para los Juegos Olímpicos 2016. Pero al final del día, nadie tenía ánimo de celebrar.

En la cobertura a nivel nacional del evento, existían solo unas pocos hechos indiscutibles: el 7 de octubre fue el día más caliente de la historia, con temperaturas que alcanzaron los 88ºF (31ºC) esa tarde; menos de cuatro horas después de la partida, con el termómetro sobre los 80ºF (26,7ºC) y alrededor de 30.000 corredores en la calle, los organizadores anunciaron que estaban suspendiendo la carrera; y 185 participantes necesitaron ser llevados a una sala de emergencia; incluyendo a un corredor que murió.

Más allá de estos hechos, casi todo lo que ha sido escrito sobre la maratón ha sido controversial, debatible o al menos extraño. Existieron reclamos sobre la actuación del Director Ejecutivo de la Carrera Carey Pinkowsky. Hay historias contradictorias sobre si las estaciones de hidratación se quedaron sin líquidos, si la competencia fue en realidad cancelada, y si el día fue un rotundo desastre  o una calamidad  evitable. El evento tuvo un final de "photo finish" sin equipo de photo-finish, una mujer fue golpeada en la cara, y existe al menos una potencial demanda. En una palabra: caos.

Después de una larga investigación, Runner's World ha ensamblado el relato más completo sobre la maratón hasta la fecha. Nuestro reportaje revela nuevos hechos y pinta un cuadro sorpresivamente complejo.Los organizadores de la carrera, así como muchos corredores, subestimaron la severidad del clima y sus efectos, y se encontraron atrapados en el instante de un evento tan inmenso y complicado que suspenderlo rápidamente fue imposible.

Chicago es una de esas ciudades que parecen hechas a la medida para las maratones. Diseñada como un gran cuadrícula, tiene miles de avenidas rectas y anchas que se extienden del un extremo de la ciudad al otro. El recorrido de la competencia es plano y rápido, con una elevación pico de 24 pies (7 m), haciéndolo afortunadamente libre de inclinaciones penosas como la colina rompecorazones de Boston o el puente Verrazano- Narrows de Nueva York. Estas condiciones han hecho de Chicago muy popular entre los corredores de élite (ocho de los 20 tiempos más rápidos terminaron en el Grant Park), corredores intermedios buscando calificar para Boston, y novatos primerizos que quieren un configuración relativamente fácil para lograr la meta de finalizar.

La madre naturaleza con frecuencia castiga a la ciudad con clima muy frío. Los promedios de temperatura de octubre van de 42º a 63ºF (5º a 17ºC) –casi ideal– pero en los días pasados de carrera, se necesitaba guantes y sombreros de lana. La carrera del año 2006 tuvo lluvia fría.

Dirigido por Pinkowsky desde 1990, y dado el indulgente apoyo de la ciudad, la maratón se ha convertido en una de las más grandes del planeta. En 1994, se registraron 10.000 personas. Para el 2000 eran 33.000. El evento del 2007 fijó un récord de 45.000 inscritos, cada uno pagando más de US$110.

El enorme campo tenía el potencial de presentar nuevos desafíos para el control de multitudes aún si el clima hubiera sido menos extremo.

Los organizadores realizaron pasos concretos para prepararse para un días de carrera caliente. Una semana antes del evento, enviaron un correo electrónico con consejos sobre el calor para clubs de corredores y otros participantes. Lo repitieron el sábado, octubre 6, y colocaron avisos en línea advirtiendo que las altas temperaturas demandarían hidratación y precaución extras. El mismo día, las advertencias se reiteraron verbalmente en la exposición.

Una semana antes de la carrera, Pinkowsky se reunió con el Departamento de Bomberos de Chicago para asegurar recursos adicionales, equipos de patrullaje en bicicleta y 22 hidrantes abiertos para refrescar a los corredores. 28 ambulancias estarían disponibles, más que nunca, y más estarían en estado de alerta. Pinkowsky incrementó el número de raciones de bebida de 1,6 millones a 1,8 millones, aumentó hielo y esponjas para enfriamiento, y destinó cinco buses de la ciudad con aire acondicionado para enfriar a los corredores sobrecalentados. Pero ninguna de estas precauciones serían suficientes.

"Estuvo más caliente de lo pronosticado, más caliente de lo que anticipábamos", dijo Pinkwosky en una entrevista 10 días después de la carrera. "En el pasado habíamos tenido situaciones de clima frío." Debido al hábito llevaba chaqueta y guantes durante todo el húmedo día. "Esperábamos una brisa ligera o una nube que cubra el sol."

Pero nada vino. El día fue soleado con nubes altas y las más raras condiciones para Chicago: no había viento. En el sofocante aire matutino –cuando la carrera empezó a las 08h00, la temperatura estaba en 72ºF (22ºC) en la sombra, con 83 % de humedad – a muchos competidores les costaba mantenerse frescos antes de empezar la competencia.

Melody Hopkins de Richmond, Virginia, recuerda estar sudando camino a la largada. Estar en el corral con los otros corredores le calentó más. "Se necesitó 16 minuntos para salir del corral hacia la línea de partida",  dijo. "Estaba empapada al momento de arrancar–había demasiados cuerpos calientes juntos." Desde el disparo de salida, la gran multitud –de los 36.280 inscritos oficialmente, cerca de 9.000 eligieron no correr– creó problemas.

El corredor veterano Bill Jensen de Algonquin, Illinois, dijo que nunca había experimentado tan malas condiciones. "Fue horrible", dijo Jensen, quien empezó su carrera con un 20:48 en los primeros 5K. "Normalmente no habría tomado agua sino hasta después de las 10 millas (16 Km). Pero en la primera parada, estaba recogiendo dos bebidas, y como todos los demás, me echaba una en la cabeza".  Nunca había visto a tantos corredores rápidos parar para conseguir agua desde la primera estación de ayuda de una maratón. En Chicago, esa parada estaba localizada más o menos a 1,7 millas ( 2,72 Km), seguida de dos más: a 3,2 millas ( 5,12 Km) y 5,9 millas (9,44 Km).

Las cosas fueron peores para los corredores más lentos. "Las primeras tres paradas fueron un completo y total caos", dice la corredora Hopkins, quien cubrió sus primeros 5K en 33 minutos. "Todos se codeaban por conseguir agua, Gatorade o algo. Los voluntarios no se abastecían. Agarrábamos nuestros vasos y esperábamos que alguien ponga el agua."

Donde el agua estaba disponible, los corredores acalorados tomaban múltiples vasos, consumiendo las reservas más rápidamente de los que podían reponerlas. "Hacían lo que podían, pero no podían sacar el agua de los camiones lo suficientemente rápido". dice el corredor canadiense Benny Ralston. No es de sorprenderse, que algunas estaciones se quedaron sin vasos. Se vio a los voluntarios colocando agua en las manos de los corredores.

Algunas mesas se secaron, forzando a los corredores a ir largas distancias entre bebidas. La corredora Kathy Quickery de Chicago recuerda "en la milla tres (4,8 Km) no podía encontrar agua".  Apretó, pero no encontró que beber entre las millas cuatro (6,4 Km) y seis (9,6 Km). "Al llegar a la sexta milla estaba desesperada por agua", dice la atleta. Los corredores sedientos empezaron a llenar las tiendas de barrio. Otros sumergían sus cabezas en las piletas usualmente ocupadas por palomas.

Los voluntarios de las estaciones de ayuda reportaron que los corredores que parecían inexpertos pedían los líquidos con más rudeza de lo necesario, mientras otras mesas cercanas tenían poca demanda.

Pinkowsky admite que el patrón de consumo de agua cogió de sorpresa a su equipo: "la gente tuvo sed más rápidamente. Teníamos demanda en las estaciones de agua que nunca habíamos visto. Cuando quisimos restablecerlo ya era imposible."

El sufrimiento y la confusión a lo largo de todo el recorrido eclipsó el drama desplegado en la punta del pelotón. En un fascinante duelo, el keinano Patrick Ivuti y el marroquí Jaouad Gharib intercambiaron la primera posición repetidamente. En el pique final a cinco metros de la meta, Ivuti viró bruscamente al lado de Gharib y se inclinó hacia la cinta para una aparente final de foto. Pero como todas las maratones, la llegada en Chicago no está equipada con la clase de equipamiento de alta tecnología que pueda determinar finales cerradas. El reloj marcaba 2:11:11, pero no estaba claro quien había ganado.

La decisión crucial recayó en Pat Savage, entrenador de pista y campo de la Universidad DePaul y árbitro en jefe de la maratón, quien se encontraba detrás de la línea final segundos antes que toparan la cinta los líderes. "Nunca había visto una final como esa en todos estos años", dice Savage, añadiendo que había presenciado más de 100 maratones. "Pero era claro desde mi posición que ganó Ivuti."

La competencia de las mujeres no fue menos emocionante –o extraña. Adriana Pirtea de Rumania ingresó al último tramo con un aparente insuperable liderazgo. Inclusive empezó a saludar a la multitud. Pero la campeona defensora Berhane Adere de Etiopía remataba rápido. Venía 100 metros por detrás faltando 300 para llegar, Adere superó a toda marcha a dos hombres y picó hacia la meta que pasó en 2:33:49, tres segundos por delante de Pirtea. Savage, que vio la final de muy cerca, anota que Adere nunca rompió la cinta porque los confundidos oficiales la sostenían del lado por el que venía Pirtea. 

Mientras que los corredores más rápidos estaban experimentando una carrera caliente pero sin nada en especial, los corredores intermedios que lo hacían con éxito más allá de la milla 10 (16 Km) empezaron a caer presos de las condiciones. Arthur White, nacido en Chicago hace 40 años, llegó a la milla 15 (24 Km) alrededor de las 11h00. "Vi gente tendida en el suelo con sus rodillas sangrantes, mirando como si simplemente habrían colapsado," recuerda. "Muchos eran tipos jóvenes. Vi a un muchacho cubierto completamente de hielo."

Al alcanzar la milla 19 (30,4 Km) alrededor de las 11h30, Hopkins estaba muy acalambrada y empezando a desvanecerse, pero ella recuerda una escena inolvidable. "La gente esta tirada a los lados del camino, en el camino, y en cualquier parte que fijara la vista," dice. Al ver una parada de Gatorade, fue hacia él. Luego colapsó. Un espectador la alcanzó, amortiguó su caída y le ayudó a llegar a una carpa médica. "Podía escuchar a corredores gritando y llorando de dolor," dice Hopkins.

La maratonista por segunda ocasión Robin Johnson de Geneva, Illinois, había entrenado seis meses para la carrera, pero en la milla 10 (16 Km) empezó a sacudirse violentamente y luego se desmayó. Se despertó con dos sueros en sus brazos, un monitor cardíaco en su pecho, una máscara de oxígeno en su cara, y con su presión sanguínea críticamente baja. Johnson fue llevada a una sala de emergencia para restablecer su presión sanguínea. 

Probablemente el calvario más extraño lo sufrió Shelley Gallant, maratonista por quinta vez de Flower Mound, Texas, quien estaba corriendo por la milla 11 cuando notó una multitud delante de ella. De repente apareció un hombre joven , agitando sus brazos, gritando incoherencias, y corriendo en sentido contrario.

"Solo sucedió que estaba allí y me golpeó", recuerda Gallant, todavía impactada. "Directo en la cara. Me dio un gancho. Me noqueó tontamente." Después de 20 minutos , retornó a la carrera y llegó hasta la milla 20 (32 Km) antes de decidir caminar hasta la meta. Nunca supo la identidad de su atacante y porqué le pegó.

Después de mirar la final de los atletas de élite, Pinkowsky y el Director Médico George Chiamps regresaron a la central para revisar la información que llegaba. No les gustó lo que veían. Se reunieron con el jefe de bomberos, el director ejecutivo de manejo de emergencias y otros oficiales de la ciudad para hablar sobre la situación. "A las 10:30 vimos un pico en llamadas al 911", dice Larry Langford el vocero de CFD. "Sabíamos que íbamos a necesitar más ambulancias." A las 11:24 se pidieron 10 ambulancias más. 

En la siguiente hora, se repitió esto dos veces más llegando a pedir un total de 30 ambulancias. Aunque Pinkowsky dice que se llegó a preocupar durante la primera hora de la maratón cuando las estaciones médicas a lo largo del recorrido se empezaron a llenar rápidamente, el repetitivo pedido por la poca cantidad de ambulancias sugería que los organizadores de la maratón no comprendieron el alcance de la magnitud de lo que estaba sucediendo hasta que la crisis se desató.

A las 11:30, vuelve a llamar  Chiamps, habían visto que alrededor de 1.000 corredores habían finalizado –aproximadamente el 75% menos de atletas con tiempos menores a 3:30 que en el 2006. Y los corredores estaban utilizando los buses para los que deciden rendirse más que en años pasados. "Pero en este punto, cerca de la mitad de las camillas en las carpas médicas [en la meta] estaban vacías", dice Chiampas.

Justo después de unas pocas horas de haber empezado la carrera, la temperatura había subido más de 11 grados a 83ºF (28ºC). En las calles sin sombra la sensación de calor era mayor. Numerosos corredores notaron el letrero digital de un banco en el barrio Pilsen que indicaba 92ºF (33,3ºC). El Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) había publicado las recomendaciones para prevenir enfermedades relacionadas con el excesivo calor durante competencias como las maratones. Estos estándares usan un medidor de clima llamado globo de bombilla húmeda, con factores como humedad, calor radiante y temperatura ambiente. Las recomendaciones del ACSM urgen a que los eventos competitivos sean cancelados cuando los números de la bombilla húmeda sobrepasaban 82ºF (27,78ºC). De acuerdo a Pinkowsky y Chiampas, Chicago, como muchas otras maratones, no tienen un protocolo específico para cancelaciones debido a clima caliente. De cualquier manera, la temperatura de la bombilla húmeda en el centro de la ciudad de Chicago a las 11:30 era exactamente 82 grados.

A las 11:35, los organizadores de la carrera y los oficiales de la ciudad estaban reunidos para tomar la extraordinaria decisión. Chiampas dice Pinkowsky que le preguntó lo que recomendaba. "Le dije que pensaba que deberíamos cancelar el evento", dice Chiampas. "Y luego todos estuvieron de acuerdo, y Carey hizo la llamada."

Pinkowsky está de acuerdo, "fue unánime la desconexión del cable. No fue una decisión fácil. Fue desgarrador. Pero no teníamos opciones. Nos dimos cuenta que teníamos muchas personas que ni siquiera habían completado la media maratón."

Dentro de los siguientes minutos, los oficiales de la ciudad y de la carrera establecieron un punto de desvío, con una estación con líquidos y personal médico, justo al pasar el punto medio de la competencia. Los miles de corredores que no habían alcanzado la esquina Adams y Halsted serían redirigidos al oriente hacia la meta. Dadas las condiciones del clima, que se estaban poniendo peor, la decisión de sacar a los participantes más lentos y con menos estado físico fuera del recorrido previno más accidentes esa tarde.

Pero si el recorrido fue realmente cerrado y la carrera terminada para los competidores que ya pasaron el punto de desvío no está claro. A las 11:35, cerca de 1.400 participantes habían cruzado la línea final. Eso significa que más de 20.000 personas estaban entre el punto de desvío y la línea final –en un territorio de nadie potencialmente peligroso.

Los oficiales de policía que estaban en el recorrido fueron instruidos para indicar a los corredores que paren. El mensaje también fue perifoneado por carros y helicópteros. Pero muchos corredores no entendían como y porqué la carrera se había parado y seguían moviéndose. En algunos casos, los corredores reaccionaron con beligerancia, gritando insultos a los oficiales. Aunque los policías hicieron barricadas en las calles, docenas de corredores las saltaron o simplemente dieron la vuelta.

Después de que los oficiales del recorrido y de la policía dijeron que la carrera había sido parada, muchos corredores se sintieron traicionados cuando más tarde vieron que los relojes no habían parado del todo. Esto origina preguntas sobre el significado de la proclama de los organizadores de que más de 25.000 corredores finalizaron. De acuerdo a las reglas de la carrera, son finalistas los que cruzan los puntos de chequeo cada 5K. Después de que la carrera fue cancelada a las 11:35 se desactivaron las alfombras de 25K y 30K, así que los finalistas fueron cualquiera que haya pasado los puntos de chequeo menos esos dos. Los oficiales de la maratón insisten que más tarde "anularon" su base de datos, sacando más de 4.000 corredores cuyos parciales indicaban que no cubrieron todo el recorrido. Pero se mantienen en un total oficial de 25.534 finalistas – lo que significa que alrededor de 24.000 personas terminaron la carrera después de que ésta fue cancelada.

Algunos corredores dicen que la confusión quitó a la carrera todo significado. "No hubo mucha celebración. En la línea final, un tipo estaba colgando medallas a cualquiera," dice Kathy Quickery. "Intentaba darle una a mi amigo que no había corrido."

A otros corredores sobrecalentados que les habían dicho que encontrarían buses no encontraron uno solo y caminaron desde el punto de la media hasta el punto final. "En la milla 20, encontré que la carrera se había suspendido," dice Quickery. "Los policías decían que deje de correr, que habría buses en la milla 21. Pero no había – decían vaya a la milla 22. Nadie sabía que pasaba. Terminé en 5:25."

Después que salió de la carpa médica y fue llevada a un bus, Melody Hopkins dice que éste se llenó rápidamente y empezaron a dejar a los pasajeros lejos. A una milla lejos de la meta, el conductor dijo a todos que bajemos porque el camino estaba bloqueado. En su estado débil, Hopkins caminó la última milla hacia la meta.

La cancelación de la carrera no significó el final de la emergencia médica. Durante el día, los corredores enfermos seguían llegando a los 12 hospitales en el condado Cook. En el Centro Médico de la Universidad de Illinois , se trataron a 303 corredores, cinco fueron ingresados, y tres pasaron toda la noche. En el Hospital Memorial del Noroccidente, 53 corredores llegaron a la sala de emergencia.

Un director médico dijo que recibió llamadas de doctores que trabajan en Chicago que estaban en pánico, quejándose de los suministros médicos inadecuados. Matthew Weingold, médico cirujano de Greensboro, Carolina del Norte, que corría su cuarta maratón, dejó el recorrido en la milla 17 (27,2 Km) y se dirigió a una carpa de primeros auxilios con calambres en las piernas. "Todas las 
camillas estaban ocupadas y todo estaba agotado – las tabletas de sales, plátanos, todo", dice. "Parecía como que las cosas se salían de control rápidamente."

Todavía hay evidencia de que la competencia del personal médico previno una catátrofe. De acuerdo con Chiampas, los doctores de la principal carpa médica y del recorrido trataron "de seis a 10 casos" de hipertermia –personas que habrían sufrido falla renal, problemas cardíacos, daño cerebral, e inclusive muerte si su temperatura no habría sido bajada rápidamente. Carrie Jaworski, quien es la responsable del equipo médico de la Universidad del Noroccidente y quien ayudó en la carpa principal, recuerda a un competidor que llegó con una temperatura de 107ºF (42ºC). Ella dice que el personal médico inmediatamente lo sumergió en agua helada, controlando cuidadosamente su seguridad y signos vitales hasta que estuvo estable para transportarlo. "No hay duda que salvamos vidas", dice Jaworski. "Y si la carrera no se hubiera suspendido, los sistemas de emergencia de la ciudad habrían colapsado."

Las peores noticias estaban por venir. Chad Schieber, 35 años, un oficial de policía de Midland, Michigan, corrió hasta la milla 18 (29Km) antes de desplomarse y finalmente morir. Las muertes en competencias de larga distancia son raras pero no insólitas. Después de la maratón de Nueva York de 2007, por ejemplo, un corredor de 50 años murió de un paro cardiaco. Y  el corredor élite Ryan Shay murió el mismo fin de semana. Schieber fue la primera fatalidad desde el 2003.

Primero se reportó que fue víctima de deshidratación y que se había desplomado cerca de la esquina Ashland y Roosevelt. Los últimos reportes indicaron que había tenido una deficiencia cardiaca y podría haber muerto en camino al hospital porque su ambulancia se perdió. El caso se volvió extraño cuando la Oficina de Chicago para el Manejo de Emergencias (OEMC) negó que alguna llamada al 911 había pedido ayuda para Schieber. Un reportero de TV presentó evidencia de al menos dos de esas llamadas.

Un teniente del departamento de bomberos de Chicago, junto con un  médico que estaba corriendo, atendió a Schieber un momento después que se desplomó. No estaba respirando y no tenía pulso, por lo que empezaron a aplicar un CPR. Pocos minutos después, una ambulancia del pueblo suburbano de Niles, respondiendo al pedido de la maratón por asistencia  y en camino hacia el punto de encuentro fue detenida por los corredores. Schieber fue levantado, colocado suero, cubierto de hielo y desfibrilado cinco veces.

El conductor encontró después dificultades para encontrar una sala de emergencia. De acuerdo con Jay Judge, un abogado, el chofer, que todavía no había recibido instrucciones o direcciones, no podía encontrar un operador de radio para conseguir direcciones para llegar a la sala de emergencia más cercana, así que detuvieron a otra ambulancia. Judge niega que el equipo se perdió, pero en realidad, el equipo se pasó dos salas de emergencia cercanas antes de llegar al Centro Médico Jesse Brown, que no era parte de la red de emergencias de la ciudad. El transporte demoró cerca de ocho minutos. La OEMC niega que les hayan solicitado instrucciones. En noviembre, Niles obtuvo una orden de corte pidiendo a la ciudad de Chicago preservar sus cintas 911 (que normalmente se guardan de 30 a 90 días) en caso de que una disputa legal se presente.

Las dudas sobre la atención en la muerte de Schieber  han dejado a su familia en el limbo. Cuando este artículo ingresó a la prensa, la familia no había presentado acción judicial, pero tenían un abogado. "Estamos esperando los resultados de una autopsia detallada", dice el hermano de Chieber, Ty.

Tres días después de la carrera, los periódicos reportaron que la causa de la muerte fue debido a un defecto de la válvula cardiaca (MVP) que causó anormalidades de bombeo. Luego se desató un debate secundario entre cardiólogos y otros expertos que anotan que esa condición cardiaca, que está presente en aproximadamente 7 millones de estadounidenses es típicamente inofensiva, es altamente improbable que cause muerte por si sola.

Pero en una entrevista con Runner's World, el médico que realizó la autopsia el 8 de octubre no tiene dudas sobre la causa de la muerte. Los médicos aseguran que la muerte de Schieber fue causada por una falla cardiaca debido a una severa forma de MVP que ocasionó que sus pulmones se llenen de líquidos.

De acuerdo al médico, que pidió no ser identificado, "Chad tenía una muy significante forma de MVP. No tuvo una ruptura, pero tenía anormalidades en el llenado de las cavidades cardiacas. El corredor fue en una progresiva falla cardiaca debido a una aguda acumulación de líquidos en los pulmones. Realizamos pruebas químicas para determinar si existían signos de deshidratación, y resultaron normales. No existen preguntas en mi mente sobre que lo mató."

No existieron otras condiciones que contribuyeron, dice el forense, pero la demanda a su corazón al correr una maratón lo llevó al límite. Al momento que este artículo fue a la prensa, dos meses después de la carrera, no se había hecho público el reporte detallado de la autopsia final.

El problema en el recorrido de la carrera se volvió el centro de la atención en Pinkwosky, y en los días siguientes al evento, provocó la búsqueda de culpables sobre lo que pasó. Inmediatamente después de la carrera, Pinkowsky molestó a los corredores y a los medios de comunicación al desviar la responsabilidad del caos y negar que las estaciones de ayuda se quedaran secas. Más tarde insistió que la culpa por el agua y el Gatorade era de los corredores sobrecalentados que se habían echado agua extra en sus cabezas.

Cuando un reportero preguntó si había algo que pudo haber sido hecho mejor, Pinkowsky respondió: "No. Anticipamos el clima. Estoy muy orgulloso de como sucedieron las cosas." Esto disparó una lluvia de protestas de corredores como Kathy Quickery, que envió una de las reacciones más irascibles. "No estoy satisfecha con que el director de la carrera no se haya disculpado y con que no haya existido suficiente agua," dice. "Él tiene la responsabilidad sobre el primero y el último de los corredores de la competencia."

Ese sentimiento fue respaldado por Thomas Hill, presidente y codirector de la Maratón de Oklahoma, quien corrió Chicago el 7 de octubre: "Carey presentó una gran carrera, pero su discurso ante la prensa podría haber tenido más tacto. Cuando se presentó en TV la tarde del domingo, se ganó la antipatía de todos los corredores. No puede culpar a los que estuvieron en la competencia por tratar de enfriarse."

Inmediatamente, muchos corredores se quejaron que simplemente no habían habido suficientes estaciones en el recorrido. Quince estaciones de agua y Gatorade fueron distribuidas pasando cada milla, el mismo arreglo que ha sido usado en años cuando las temperaturas eran de lejos más bajas. "Paradas en cada milla hubieran aliviado el golpe," dice la corredora Melody Hopkins.

Los corredores  también se quejaron de los buses enfriadores y de las estaciones de vapor, que habían sido ubicadas más lejos del punto donde la mayoría de los corredores empezaban a vacilar. Tim Christopher de Oak Park, Illinois, recuerda notar los primeros buses "en la milla 23 ó 24. Demasiado tarde."

En comparación, la maratón de Nueva York, parecida a la de Chicago en términos de tamaño, ofrece líquidos en cada milla, empezando desde la milla tres, y tiene un plan de contingencia para operar estaciones de rociado cada milla en clima caliente. Para ser justos, existe alguna preocupación que a más estaciones de ayuda más probabilidad de hiponatremia (potencialmente peligrosa intoxicación por agua). Y las estaciones de rociado, son también controversiales, porque no reducen la temperatura del cuerpo y debido a que pueden ocasionar ampollas a los corredores. Todavía, existe un pequeña duda de que mayores estaciones de ayuda en Chicago  habrían sido bien recibidas por los corredores sobrecalentados y de que las estaciones de vapor habrían reducido el número de vasos de agua que los corredores colocaron en sus cabezas.

La manera como los organizadores ubicaron los equipos de enfriamiento cerca del final de la carrera sugiere que subestimaron los efectos del calor y humedad. Pinkowsky insiste que ubicar más estaciones de rociado "hubiera ayudado pero no cambiado los resultados."

En los días y semanas después de la maratón, las preguntas seguían viniendo. Por ejemplo: ¿debió cancelarse la carrera –o al menos iniciado más temprano en horas más frías, como se hace en Miami, Orlando, y Honolulu? Dejando a un lado el aspecto logístico de notificar a 45.000 corredores de que el inicio de la carrera fuera cambiado o cancelado, los oficiales ahora dicen no haber considerado en absoluto cualquiera de las dos posibilidades.

Es claro que el inmenso campo, el inesperado empeoramiento de las condiciones climáticas, y los problema de agua fijaron un movimiento de eventos en cascada de los que los organizadores  no pudieron recuperarse rápidamente. Pero la crisis que atrapó a Chicago pudo haber sucedido en casi cualquier gran evento donde el calor y la humedad fueran extraordinarios.

"Esta es una experiencia de aprendizaje," dice Pinkowsky. En los meses posteriores a la carrera, todas las agencias involucradas de la ciudad fueron programadas para reunirse con el equipo de la maratón para proveer recomendaciones para el 2008.

La maratón de Chicago sobrevivirá, al igual que la posición de Pinkowsky. El predice que la reacción de la maratón a la crisis será un buen augurio para la candidatura a las Juegos Olímpicos. "En la medida en la que la ciudad  pueda activarse a si misma en un desafío, es una gran ilustración  de lo que la ciudad puede hacer," dice.

Si eso  es o no verdad, es casi el cambio constructivo que vendrán en los otros eventos. Por un lado, los organizadores de maratones de otras ciudades están viendo con mucho cuidado lo que pasó en Chicago para buscar carreras más seguras. La ciudad de Oklahoma  está desarrollando una nueva organización que será un centro de referencia  de recomendaciones de seguridad y protocolos de desastres que pueden ser usados en cualquier lugar. "Estamos rehaciendo nuestro plan de catástrofes," dice Steve Karpas, al hablar de la maratón de Houston. "Esta fue la llamada para despertarse para cada maratón."

Cualquier responsabilidad debería recaer en los hombros de los organizadores de la carrera y cada corredor debería examinar la pregunta de su responsabilidad individual. Aunque 8.700 inscritos no aparecieron en la línea de partida el día de la carrera , muchos otros que si aparecieron no estaban preparados. Otros corrieron a pesar de las señales de advertencia y de que sus cuerpos empezaron a fallar. "Decidí no parar y pagar el precio de mi propia decisión," admite Peter Browne. "Mucha gente olvidó que ésta es una prueba de resistencia y la trataron como un día de desfile. Cuando las condiciones son severas, esta actitud puede ser peligrosa. Las condiciones fueron prohibitivas, pero esa no es una falla de la maratón."