10 de junio de 2008

Corriendo en la Drupa 2008


Viajar a la Drupa, la mayor feria tecnológica del planeta en la industria de las artes gráficas, es uno de los sueños de los que estamos inmersos en este oficio y si además se logra combinar con otras aficiones resulta espectacular.


Un simple 'click' en la computadora y averigüé que el fin de semana que estaría en Düsseldorf también se realizaría la 25a. edición de los 42,2 Km de la Maratón de Duisburg, una ciudad ubicada a menos de 30 Km de la sede de la Drupa.  El domingo 1 de junio podría competir en una competencia europea y aunque mi ciclo de entrenamiento apenas empezaba, intentaría inscribirme al menos en la carrera de 21,1 Km.


Ya en Alemania descubrí que Duisburg,  ciudad de 233 Km2 y 500.000 habitantes conocida por su producción de hierro y por ser uno de los más importantes puertos dentro de tierra en Europa, está apenas a 20' en tren desde Düsseldorf y que aceptaban inscripciones hasta la mañana del mismo día de la competencia.  Opté por esperar hasta el sábado para ir a inscribirme directamente en el lugar del evento.


En la mañana del sábado 30 de mayo viajé a Duisburg. Al llegar al MSV Arena, el estadio de fútbol de la ciudad con una capacidad de 31.500 espectadores, me dirigieron al coliseo ubicado en la parte lateral donde se estaba desarrollando la feria de la maratón así como la inscripción.  Una amable dama alemana registró mis datos y recibió los 40 euros del cupo más 30 euros de garantía del 'champion chip' para el registro automático del tiempo cronometrado.  Con mucho entusiasmo la misma señora, al parecer era uno de los pocos sino el único sudamericano inscrito, preparó y me entregó la mochila del participante con los implementos, el número para colocar en la camiseta y el chip (o al menos eso creí).  


Después de recorrer la feria decidí regresar a Düsseldorf y desde ahí a mi hotel en Colonia,  pero al disponerme a preparar mi equipo para la carrera y colocar el número en la camiseta y el chip en el zapato tuve la desagradable sorpresa de no encontrar ni el número ni el dispositivo para el cronometraje.  La anfitriona olvidó colocarlos en la mochila.  Algo preocupado pero con la esperanza de solucionar el problema en la mañana siguiente intenté descansar para levantarme muy temprano para estar en Duisburg antes de las 07h00 ya que la carrera empezaba a las 9h00.


Salí del hotel a las cuatro de la mañana. Como me esperaba, la frecuencia de trenes desde Colonia hacia Düsseldorf era muy reducida comparada con la de los días laborables.  Estuve llegando al MSV Arena de Duisburg a las 07h30 y apenas 15 minutos más tarde ya tenía mi número y mi chip.


A las 8h45 partieron los maratonistas en patines, quienes cubren los 42,2 Km en un escalofriante tiempo de 1h15. Los que participábamos en la media maratón salíamos 30 minutos antes que los maratonistas –de esta forma los organizadores alemanes logran que la gran mayoría de medio maratonistas culminen la competencia antes de que lleguen los primeros maratonistas.


Rhein-Ruhr Marathon. Foto-Team-Müller 


Tomé a esta carrera con un gran espíritu turísitico. Buscaría divertirme y conocer la ciudad sin presionarme demasiado con la velocidad y el tiempo final.  Me uní a un grupo de corredores que llevaban un ritmo muy similar al mío.  El clima era estupendo y aunque salió el sol, el recorrido iba por calles llenas de árboles que nos protegían de sus rayos.


Rhein-Ruhr Marathon. Foto-Team-Müller 


El apoyo de toda la gente era impresionante.  Adultos, adolescentes y niños alentaban a todos los corredores y les entregaban agua, bebidas energizantes, plátano y vasos de cola.  Cada 5 Km se encontraba una banda de samba que animaba con fuertes sonidos de percusión. Esa era la razón por la que llamaban a esta competencia la Maratón de la Samba.


Rhein-Ruhr Marathon. Foto-Team-Müller 


Al pasar los primeros 15 Km (en alrededor de 1h18) me sentía bastante bien, por lo que apreté un poco los restantes 6,1 Km. Al acercarme al estadio se encontraba una enorme pancarta que decía que faltaba apenas 1 Km, suficiente motivación como para rematar con fuerza, ingresar al hermoso escenario deportivo y terminar la competencia en 1h49


Rhein-Ruhr Marathon. Foto-Team-Müller 


Al pasar la meta me entregaron una bonita medalla, la camiseta diseñada para este evento y un enorme vaso de cerveza alemana. Una inolvidable experiencia, que los industriales gráficos amantes del atletismo podrían incluirla en su itinerario de la próxima Drupa.


Rhein-Ruhr Marathon. Foto-Team-Müller 

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2 comentarios:

  1. Exelente nuestro representante ecuatoriano, que gusto ver que hagas lo que más te apasiona y sobretodo que se junten estas dos actividades para que el viaje sea completo.
    Aunque me quede con ganas de saber que novedades habia en la feria.
    Felicitaciones una vez mas
    José Rivera

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  2. Me uno a las felicitaciones de José, te felicito por competir y representar a este bello país.
    Los contenidos de tu blogg son interesantes, gracias por hacernoslos conocer.
    Un fuerte apreton de manos y mi sincera felicitación.
    Espero poder conversar pronto contigo.

    NOTA.- En clases se extraña tu aporte y tu amistad.

    saludos

    Nelson Delgado

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