Artículo original: Low esteem and the factory (Seth Godin)
Si quiere contratar gente para hacer un trabajo, para ser los engranajes del sistema y que hagan lo que se les dice, podría querer enfocarse en la gente que no piensa muy bien acerca de ella misma.
La gente con baja estima podría ser más feliz con gente que le ordene, que le controle su tiempo, que abuse de ella, que le desperdicie o que le micro maneje.
Y lo contrario también es cierto. Si quiere mejorar su juego y construir una organización llena de gente que cambiará todo, lo primero que tiene que hacer es buscar alguien que no haya sido lavado su cerebro en creer que no es capaz de realizar un gran trabajo.
Un profesor acosador podría encontrar cómodo enseñar a una clase que primero obedezca y que luego piense, ¿pero esta clase de comportamiento es valiosa o atemorizante?
Las industrias que necesitan subyugar a las mujeres o demostrar poder de una clase de persona sobre otra siempre están buscando gente que puedan humillar. Nuestra tarea, entonces, es descubrir personas que puedan desafiar y nutrir y que demuestren impaciencia con la mediocridad existente.
La paradoja es que la gente que son las más dispuestas para categorizar, mandar y dominar son con las que menos queremos trabajar.
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