10 de febrero de 2011

Mis primeros 9 hoyos en golf

Dentro de las actividades deportivas que se ofrecían dentro del Congreso Internacional para Diarios de Latinoamérica (Querétaro, México) estaban los campeonatos de Putting Green, golf de nueve hoyos, dominó y tenis.

Los dos primeros se desarrollarían en el Club San Gil, a pocas cuadras de la hacienda hotel donde estábamos alojados y eran los únicos que me interesaban.  En una visita a Puerto Rico (septiembre de 2002) tuve la oportunidad de estar por primera vez sobre un campo de golf y recibir un cursillo rápido, pero por más esfuerzos que hice no conseguí que la pelota se desplace más de 10 m (¡cuándo le lograba pegar!).  En la televisión y en el Wii parece muy fácil, pero se trata de un deporte que requiere muchísima técnica y concentración.

La tarde del viernes pasado estábamos en el campo de golf seis personas, por lo que se nos dividió en dos grupos: el de los golfistas y el de los prospectos de novatos.  Por supuesto me ubiqué en el segundo, junto a Giancarlo—La Tercera de Chile— quien ya había tomado clases y participado en un par de torneos, y a una colega centroamericana que estaba con mi mismo handicap (ninguno).

Nos habían asignado un caddy a cada uno, quien además, en mi caso, oficiaría de instructor, asesor y gurú.   La primera recomendación fue que si queremos llegar al hoyo nueve antes que anochezca, debíamos apurarnos. El campo tenía 18 hoyos con un par de 72, es decir que un profesional debía completar el circuito en alrededor de 72 golpes ... nosotros solamente intentaríamos los nueve hoyos ... 36 golpes para un golfista promedio.

El primer hoyo era 'par 5', pero consumí los primeros cinco golpes al intentar mover la bola.  En tres ocasiones ni siquiera le topé y en las dos siguientes avancé en un patético zig-zag.  Al llegar al 'green' las cosas cambiaron porque tenía mayor control y puntería. Sin embargo, mis números duplicaron prácticamente todos los 'pares' de los hoyos.

El hoyo cuatro (de par 3) es de aquellos en los cuales los atletas profesionales hacen 'hoyo en uno'.  Así que, después de tres hoyos de entrenamiento, me sentía con toda la capacidad de al menos intentar acercarme desde el primer golpe al green.  Pero como en todo deporte, la soberbia se paga con inmediatas lecciones de humildad.  Fue en el que tuve peor desempeño ... lo completé en 11 tiros.

Mi tarjeta de juego fue la siguiente:

Hoyo 1 (par 5) 10
Hoyo 2 (par 4) 08
Hoyo 3 (par 4) 11
Hoyo 4 (par 3) 11
Hoyo 5 (par 4) 10
Hoyo 6 (par 4) 10
Hoyo 7 (par 3) 07
Hoyo 8 (par 5) 10
Hoyo 9 (par 4) 10  ...  87

Terminé los nueve hoyos con 12 golpes más de los que un golfista profesional habría hecho en los 18.  Pero me divertí mucho y si encuentro la oportunidad buscaré aprender y mejorar la técnica.  Les mantendré informados.




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