11 de noviembre de 2010

Florida Ironman 2010: 112 millas (180 Km) de ciclismo

Salí a la zona de las bicicletas que estaba prácticamente vacía.  Los voluntarios rápidamente identificaron mi número, me entregaron mi bici y me guiaron a la ruta de salida para iniciar el camino de 180 Km.

Debía salir de la ciudad hacia la autopista por una ruta que era todo menos plana.  Era un repecho de subida eterno en el que iba pasando a muchos competidores.  Diez, veinte, treinta ciclistas que llevaban un ritmo constante pero un poco más lento que el mío.  


Esta etapa del triatlón era la que más me preocupaba.  Primero por que pueden presentarse problemas extra deportivos que fácilmente te pueden demorar o sacar de competencia (una llanta desinflada, una rotura de cadena, etc.) y segundo porque mi bicicleta no estaba bien.  El sábado estaba calibrada perfectamente pero cuando trasladé  mi auto (que llevaba la bici) con la grúa, en el momento de cuadrarse para bajarlo al patio de la casa aplastó la llanta trasera (de la bici) con la pared.  Cuando vi esa escena casi me da ataque.  Pedí al chofer del remolque que lentamente se mueva hacia adelante, pero el daño estaba hecho.

El domingo en Quito pedí un ajuste de radios, pero en Orlando la llanta seguía frenándose por el 'beri-beri' que tenía.  La volvieron a calibrar pero internamente sentía que el problema no quedó solucionado.

Estaba preparado para sostener un promedio de 32 Km/h pero lo máximo que conseguía era 27.  Si, había subida y mucho viento pero me sentía en capacidad de rodar mucho más rápido.  Sin embargo continuaba pasando ciclistas.  Llegué a un punto (alrededor del kilómetro 30) donde estaban en pleno 'drafting' alrededor de 10 competidores.  Me 'paré en las bielas' y les pasé uno por uno justo unos metros antes de llegar a un cruce de calles con tráfico detenido.  Seguí con fuerza por la misma recta que tenía repecho de bajada, aproveché para ponerle más rotación y para hidratarme, pero después de un par de minutos escuché el pito de un carro que se me acercaba.  Eran oficiales de la competencia que me indicaban que debí haber curvado a la derecha y que debo regresar ...


Media vuelta, dos respiraciones profundas y a retomar la ruta.  Diez minutos más tarde volví a pasar al mismo grupo que seguía 'chupando llanta'.
La bici seguía inusualmente dura.  Alrededor del kilómetro 50, me pasó un ciclista que me dijo tu llanta trasera se mueve demasiado ... estaba con el 'beri-beri', estaba frenándose.  Paré y le quité el seguro del freno para al menos reducir la posibilidad de fricción e intentar conseguir mayor velocidad.

También me preocupaba la situación de Christian.  Si le pasó en el agua algo parecido a lo mío, podía haber fallado el corte, pero en una de las rutas de ida y vuelta nos cruzamos y todo volvió a la tranquilidad.  Debía seguir rodando con la mayor constancia posible y esperar no correr la suerte de un par de competidores que estaban al borde de la carretera reparando sus llantas.

En otra de las rutas que veía a ciclistas que iban adelante me encontré primero con Rosy Torres y después con Mary quien iba muy sólida sobre su hermosa bicicleta.  Las dos habían salido del agua y de la transición casi con 50' de ventaja.  Eso significaba que iban por delante alrededor de unos 25 Km.

Al igual que en la natación, al verme en la ruta hacia la ciudad y haber cubierto 150 Km le di con todo y pasé a otro grupo importante de triatletas.  Llegué a la segunda transición en 06:17:25 en el puesto 1 877.  Había recuperado 439 puestos, y terminado la sección del ironman que podía boicotear mi objetivo de ser un ironman finisher.  

Entré a la carpa de transición y me cambié lo más rápido que pude para empezar el maratón.  Estaba a 42 195 m de conseguir completar la famosa competencia de 226 Km. Eran un par de minutos después de las 3 y media de la tarde.

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