"No hay plazo que no se cumpla ...", reza el dicho y aquel sueño de hace muchos años está cerca, y dentro de menos de una semana buscaré cumplir la meta previa al gran objetivo.
En el relato de mi primera maratón contaba que todo empezó al escuchar a un conocido empresario quiteño relatar su participación en un evento llamado Ironman. Me resultaba admirable que un ser humano corra la tradicional carrera Últimas Noticias, asombroso que existan pruebas de 42 Km e impensable que existan competencias que combinen en un solo evento 4 Km nadando en aguas abiertas, 180 Km en bicicleta y 42 Km corriendo.
Han pasado varios años desde ese punto de inflexión en la curva deportiva de mi vida. Corrí cuatro veces la competencia quiteña de 13,9 Km (actualmente de 15 Km), algunas competencias de 21,1 Km y tres maratones. Durante todo este tiempo he tenido presente esa indescriptible emoción que sentí con el relato de esa increíble competencia que había iniciado a las 7hoo y que culminaba, después de cubrir 226 Km, alrededor de las 21h00. ¡¡Si!! después de catorce horas de competencia ¡Qué locura! Pero si solo al escuchar el relato se me erizó la piel, ¿qué se sentirá al cruzar la meta de un Ironman?
La estrategia para conseguir obtener la seguridad de participar en un IM226 tenía tres etapas claramente identificadas: correr una maratón en menos de cuatro horas, aprender a nadar y comprar una bicicleta de ruta (esta última solo la realizaría si cumplía la primera etapa).
Integrarme al espectacular club de atletismo Ruta 42 bajo la dirección de mi estimado amigo Raúl Ricaurte fue fundamental para cumplir con la primera etapa. Entrenar todas las madrugadas se convierte en una actividad placentera y esperada cuando se la realiza junto a personas que comparten las mismas afinidades y sueños y los objetivos se los ve más factibles con el apoyo permanente de todos l@s ruter@s.
La etapa más húmeda, era la más temida. No sabía nadar, así que mientras entrenaba para mis dos últimas maratones me inscribí en un curso para adultos y después de un año de entrenamiento en la piscina y con algo más de confianza en el agua continué solo con tablas de libros de texto. Realicé mi primer intento en aguas abiertas y junto con mis compañeros ruteros de aventura nadamos en el mismísimo escenario del Guayasman, en el lago de Chongón.
(Desde la izq.) Pedro, Raúl Manotoa, Rubi Torres, Christian Loaiza, Edgar García, Juan Carlos,
Mary Ledesma, Richard Erazo, Mario Jarrín y Miller Ortega. Foto cortesía de MJ
Foto cortesía de Mario Jarrín
La etapa de ciclismo empezó justo después de mi tercera maratón, ya que fue en esta competencia realizada en Guayaquil el año pasado que logré cubrir los 42,2 km en menos de cuatro horas y por lo tanto se había cumplido la condición básica para iniciar la preparación sobre la bicicleta que recién la pude adquirir en febrero de este año. Con la ayuda profesional del muy buen entrenador cubano Jorge Hernández cumplimos 26 semanas de tres sesiones. Al inicio las jornadas no pasaban de 20 Km (pero el dolor causado por el asiento empezaba después del kilómetro diez), pero de forma progresiva llegamos a semanas cercanas a los 200 Km y largas que bordearon los 12o Km.
Foto cortesía de Mario Jarrín
El próximo domingo 16 de agosto a las 7h00 ingresaremos al lago de Chongón para iniciar la primera manga del Ironman de 113 Km (llamado Guayasman). Espero salir vivo del lago y realizar la transición a la bicicleta en alrededor de una hora. En la etapa de bicicleta buscaré mantener un promedio de 30 Km/h durante los 90 Km y salir después de la transición hacia la media maratón (21,1 Km) en un tiempo parcial de 3 horas (global de cuatro horas) – siempre que no existan novedades inesperadas (llantas ponchadas, etc.). Las pulsaciones, la energía y el clima marcarán el ritmo de carrera durante la última etapa del triatlón, sin embargo, tengo planeado correr en menos de dos horas y de esta forma buscar terminar mi primer IM113 en alrededor de seis horas.
Desconozco como se desarrollará el Guayasman 2009, pero la aventura de estos meses (que ha sido inolvidable), independiente de los resultados y tiempos, me permite tener la confianza de pensar que en el año 2010 estaré preparándome para mi gran gran objetivo, el Ironman de 226 Km.
Estimado Rubi,
ResponderEliminarEn el fondo, todos llegamos al IM de formas similares, tal vez por que las ilusiones también siempre fueron parecidas.
Lo mas duro ya ha pasado, el domingo solo es la punta del iceberg, es el premio a todo lo realizado, así que disfrútalo junto a los tuyos.
Desde el lunes pensar en cual de los completos quieres hacer ;)
Así es, mi estimado Raúl. Nos vemos en Guayaquil.
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