1 de junio de 2009

Mis Primeros 120 Km en Bicicleta: Quito - Ibarra



Era la tercera gran larga en bicicleta del mes. Jorge Hernández (nuestro entrenador y actual técnico nacional de la Federación Ecuatoriana de Ciclismo) había preparado para este mes una serie de sesiones que incrementaban el volumen hasta llegar a esta última sesión de trabajo que sobrepasaba los 200 Km semanales.


La primera larga de 90 Km la realizaríamos en la provincia de Cotopaxi en el tramo de la carretera que comprendía un circuito de 40 Km, por el sector de Lasso. Esperábamos un recorrido plano pero en realidad era una bajada (sutil, pero bajada al fin) de 20 Km y por lo tanto una subida de la misma distancia. Mary (Ledesma), Gaby (Saá), Richard (Erazo), Byron (Flores), Mario, Christian (Loaiza), Raúl y yo (acompañados por Jorge) preparamos nuestros caballos metálicos y arrancamos alrededor de las 6h00. Mario y Byron tuvieron un percance al pasar las rieles del tren, incidente que no afectó a sus bicicletas (ni a ellos) porque continuaron el entrenamiento como si nada. Al completar los primeros 20 Km, en el punto de retorno, Christian ponchó su llanta delantera, pero la parchó rápidamente en la vulcanizadora que estaba a pocos metros del incidente.


Christian y Richard son muy fuertes, el tramo de retorno lo realizaron como si estuvieran en la bajada, y junto a ellos la fortísima Mary. Raúl está en otro nivel, desaparecía rápidamente en el horizonte montado en su hermosa Cervelo. Completamos la primera vuelta y arrancamos la segunda. El semáforo alrededor del kilómetro tres me separó del grupo, arranqué con fuerza apenas pude para tratar de alcanzarles pero el camión que iba a mi lado izquierdo viró lentamente hacia la derecha para ingresar a un terreno. Jamás esperé esa clase de maniobra, mi reacción fue frenar y curvar hacia el mismo lado derecho pero la caída fue inevitable. La llanta delantera se descentró y la trasera se desinfló ... fin del entrenamiento al kilómetro 45.


El siguiente fin de semana subíamos 20 Km, la tabla indicaba 110 Km. La distancia intimidaba, así que toda la semana me preparé sicológicamente, especialmente porque no había logrado coordinar la logística para poder acompañar al grupo que realizaría la larga entre Cayambe e Ibarra y realizaría la sesión alrededor del Parque La Carolina (más de 30 vueltas al circuito de 3,6 Km). Arranqué a las 4h30 (no es que me guste madrugar, sino que es la única forma de tener menos tiempo de interferencia del pesado tráfico que se presenta desde las 6h00 en ese sector) y no paré de pedalear sino hasta que un taxi se detuvo delante mío y al no tener la precaución de destrabar mi pedal frené y en cámara lenta me caí sobre la vereda ... me trocé algunos dedos de mi mano derecha pero la bici estaba intacta (solo se había zafado la cadena). Llevaba cerca de 60 Km y tenía por delante todavía 50 más. Respiré profundamente, sacudí mi mano golpeada y otra vez sobre la bici. Después de cuatro horas de haber iniciado el entrenamiento había cumplido los 110 Km con la sensación de satisfacción que conocemos todos los que nos enfrentamos a un reto que parece muy difícil pero que nos queda como una gran anécdota después de cumplirlo.


Para este fin de semana la distancia programada era 130 Km. Mi plan inicial era rodar un poco más de 36 vueltas al circuito de La Carolina el domingo (las anteriores habían sido en sábado) porque Pedro tenía un importante partido de fútbol (el sábado a las 10h00, la sub-9 de su colegio jugaba con la selección de la escuela del Tin Delgado en Ibarra). Pero la tarde del viernes se me ocurrió la 'loca' idea de ir en la bicicleta desde mi casa hasta Ibarra. Si todo salía como pensaba arrancaría a las 4h30, toda la familia (la flaca, Sofi, Salo, Pedro y Migue) me acompañaría/cuidaría en el auto y a la altura de Guayllabamba me alcanzarían l@s ruter@s triatletas donde quizás algun@ se anime a iniciar su entrenamiento desde ahí en lugar de Cayambe.


Partimos de la casa a las 5h00 (30 minutos de atraso era poquísimo considerando toda la logística familiar requerida, pero Pedro debía estar en la Hostería del Tin antes de las 10h00 ... ¿llegaré en menos de cinco horas?) con la oscuridad de la madrugada. Ni bien empezaba me topaba con la primera cuesta y la primera bajada desde la Av. Eloy Alfaro hasta Calderón. Un tramo recto y otra bajada que pasa por el peaje a la salida norte de Quito y termina en un puente antes de empezar una cuesta bastante pronunciada que sería el preámbulo de lo que sería este recorrido. Paso Guayllabamba y después de alrededor de 30 Km de la salida me alcanzan Gaby, Byron, Mary, Richard y Christian (Mario nos dijo que esta semana no podría entrenar) que venían en dos autos junto con el profe Jorge. Los tres últimos se prepararon rápidamente y se unieron al periplo, no sin antes advertir que teníamos por delante dos grandes cuestas ¿Peores que las que ya subí? pregunté, y casi en coro contestaron que si.


Christian, Byron, Mary, Gaby y Richard

(Foto de Mary Ledesma, 30 de mayo de 2009)



Y si, unos pocos kilómetros después empezamos a escalar la primera. Uno, dos, tres ... seis, siete, ocho kilómetros y seguíamos subiendo. Diez, once y Richard me dice que acaba de ver la marca que indica que falta un kilómetro para el 'premio de montaña', y en efecto un kilómetro más arriba llegamos ... increíble ... casi 13 kilómetros de subida. A continuación una bajada espectacular que pone a prueba nuestras reservas de adrenalina y que nos permite recuperar aliento. Al arribar a Cayambe se integran al recorrido Gaby y Byron.


¡Solo falta la subida que llega antes de San Pablo! cuentan los ruteros que ya realizaron este recorrido la semana anterior. Y otra interminable cuesta. Con mucha resignación le contaba a Richard que se me terminaron los piñones (a medida que se endurece la cuesta los piñones nos permiten 'aplanarla', pero llegué al punto máximo de la bici), creo que por solidaridad me dijo que a él también (aunque no tenía la menor señal de fatiga). Todo el esfuerzo se ve recompensado al coronar y después bajar y descubrir el hermoso paisaje del Lago de San Pablo. Ahora si solo quedan cuestas 'cortitas' dice Richard.


A eso de las 9h15, nos encuentran los compañeros de equipo de mi pequeño Pedro y una de las madres de familia con claro dominio de las distancias y los tiempos se ofrece llevarle con ellos para que no se atrase ya que duda que a la velocidad de la bici llegue a tiempo. Un comentario no muy motivador pero que solucionaba la mitad del problema, la otra mitad era que toda la familia llegue antes que empiece el partido de fútbol.


El reto era 130 Km, pero eso implicaba no asistir al juego, así que decidí que la aventura terminaría a la entrada de Ibarra (cerca de la zona donde era el partido). Un poco más de cinco horas (y cerca de 120 Km) después de haber salido de la casa arribaba a Ibarra. A Christian y a Richard les quedaba todavía una hora de pedaleada, así que subí la bici al auto, agradecimos mucho a Wendy, quien gentilmente condujo el auto (la flaca había sentido molestias en su pie recién operado) y a buscar la Hostería del Tin. Llegamos con la esperanza de al menos ver el segundo tiempo, pero uno de los papás nos dijo que en cinco minutos recién empezaba el juego ... el plan salió a la perfección: culminé 120 Km durísimos junto a mis compañeros de hobby y asistimos al partido de Pedro ... ¿qué más se puede pedir para una mañana deportiva familiar del sábado?


Pedro calentando para el juego (Foto cortesía de Sandra Villegas)

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3 comentarios:

  1. Esta ultima larga fue increible, lindo recorrido, el clima perfecto, la compañia ideal, la fritada magnifica y full deporte, hasta nos dimos tiempo para ir de shoping ja ja ja, hay que repetirla.

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  2. Bacán... espero que se hayan hidratado y comido durante el recorrido. 76 días para el Guayasman.

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  3. Felicitaciones Rubi, el progreso es perfecto, 120km no es ningun chiste y peor en ese trayecto, en ese Guayasman te van a sobrar las fuerzas.

    Y lo mejor de todo es que tengas la oportunidad de compartirlo en familia, eso si es un privilegio de pocos...

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