23 de agosto de 2010

Cuicocha, segunda travesía



Aprovechando que el sábado en la noche debíamos asistir al matrimonio de una pareja amiga en la ciudad de Cotacachi, planifiqué hacer el entrenamiento de natación y atletismo al día siguiente.  Daría mi segunda vuelta completa (con 'wetsuit' + aletas) y después de una transición rápida correría 1h15.

Alrededor de las 9h30 empezaba la jornada de natación en aguas abiertas.  Al bajar al muelle me encontré con triatletas que habían terminado su entrenamiento y que al ver que cargaba aletas me dijeron "así no vale".  Les expliqué que haría la vuelta completa y que lo que me interesaba era practicar la navegación.  Me desearon suerte (especialmente porque iría completamente solo sin apoyo de lancha) y se despidieron.

Después de unos minutos de aclimatación inicié la travesía. La temperatura del agua me pareció más agradable ... como todo en la vida, necesitas tiempo para conocerlo, apreciarlo y disfrutarlo. 

Sin mayor inconveniente llegué a la primera curva. Disfrutaba de un ritmo relajado y de la sensación de estar nadando en aguas cristalinas (y frías) rodeado de un hermoso paisaje soleado cuando empecé a sentir un inusual oleaje.  En ese instante comprendí porqué recomendaban nadar a primeras horas de la mañana ... más tarde hay más viento y en consecuencia más movimiento del agua.  "No podía ser peor que en los Frailes", pensé.  Me relajé y continué con el recorrido por detrás de los islotes Teodoro Wolf y Yerovi.

El agua se movía al ritmo del viento, pero nada comparable con el oleaje que me esperaba al terminar de bordear los islotes.  Había movimiento en todas las direcciones y para rematar una lancha (donde habían estado la flaca con nuestros cuatro hijos) pasó muy cerca, aumentando la agitación.  Tragué mucha agua hasta conseguir dominar la situación y seguir en mi ruta hacia la meta–para la etapa de atletismo, me decía, voy a estar bien hidratado  : )

Una vez que pude salir de esa agitada zona logré ver el muelle.  Estaba por terminar mi segunda travesía y tomé una mala decisión.  Estaba a un kilómetro de distancia y pensé que ahora no era tan necesario cuidar mucho la navegación y mirar al frente cada tres brazadas.  Aumenté el ritmo con la idea de llegar lo antes posible a mi destino.

Al inicio veía el  muelle a mi derecha, pero después de casi diez minutos de 'rápido nado' el muelle se encontraba prácticamente a la misma distancia pero a la izquierda.  En otras palabras, había ido por una ruta totalmente equivocada.

Descubierto el error y consciente que si no controlaba de forma permanente la dirección nadaría más distancia que la que debería, me dirigí al muelle mirándolo cada tres brazadas.  Completé la vuelta en 1h29, y según Google Earth había cubierto 5,09 Km cuando la ruta óptima debió ser de 4,5 Km.

Después de tomarme un café caliente y colocarme la ropa de correr partí cuesta abajo hacia el parque central de Cotacachi, a donde llegué 1h16 más tarde (cerca de 13 Km).


Había terminado la semana [-12] con una nueva experiencia en Cuicocha y con la enseñanza de que en aguas abiertas el control de la dirección debe ser permanente hasta arribar a puerto.  Desde esta semana empezamos a subir la carga del entrenamiento de manera significativa ... estamos a 74 días del gran día.

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