Artículo original: The Benefits of Exercising Before Breakfast (Gretchen Reynolds - well.blogs.nytimes.com)
Un estudio reciente de científicos en Australia encontró que apenas tres días, de una dieta extremadamente alta en grasas y calorías puede llevar a un aumento del azúcar en la sangre y de la resistencia a la insulina, aumentando potencialmente la diabetes tipo 2.
En estas épocas aumenta la medida de la cintura, llevándole a auto recriminaciones y a resoluciones irreales para el Año Nuevo.
Pero un reciente estudio recomienda una solución más práctica y simple de largo. Corra o haga ciclismo antes de desayunar. Ejercitarse en la mañana, antes de comer, muestran los resultados del estudio, parece que reducen de manera significativa los efectos de enfermedad de los días festivos.
Para el estudio, los investigadores de Bélgica reclutaron a 28 jóvenes activos saludables y empezaron a darles una dieta compuesta de un 50% de grasa adicional y 30 por ciento más de calorías de lo que los hombres consumían. Algunos aceptaron no ejercitarse durante el experimento. El resto fue asignado a uno de dos grupos de ejercicio. El régimen era idéntico y exhaustivo para los dos grupos. Entrenaban cuatro veces por semana (corrían y hacían ciclismo) a un ritmo exigente. Dos de las sesiones demoraban 90 minutos, las otras, una hora. Todos los entrenamientos fueron supervisados para que el expendio de energía de los dos grupos sea idéntico.
Sus rutinas matutinas, sin embargo, no lo eran. Uno de los grupos comían un desayuno rico en carbohidratos antes de ejercitarse y continuaban ingiriendo carbohidratos en bebidas energizantes mientras se entrenaban. El segundo grupo entrenó sin desayunar y bebiendo únicamente agua. Después desayunaban una cantidad similar en calorías que el primer grupo.
El experimento duró seis semanas. Al final, el grupo que no realizó ejercicios había aumentado sus dimensiones y subido más de seis libras de peso. Además desarrollaron resistencia a la insulina y empezaron a almacenar grasa extra entre las células del músculo.
Los hombres que desayunaron antes del entrenamiento también ganaron peso, pero solo la mitad del primer grupo, y también se volvieron más resistentes a la insulina y almacenaron más cantidad de grasa en sus músculos.
Solo el grupo que se ejercitó antes de desayunar casi no ganó peso y no mostró signos de resistencia a la insulina. Además quemaron la grasa ingerida de forma más eficiente. "Nuestro datos actuales," escribieron los autores del estudio, "indican que el entrenamiento en ayunas es más efectivo que el ejercicio realizado después de alimentarse con carbohidratos para estimular la tolerancia a la glucosa a pesar de una dieta hipercalórica y alta en grasa."
Entrenar en ayunas combate directamente los dos efectos de una dieta alta en grasa y calorías. También ayuda a no ganar peso. Aunque entrenar con el estómago vacío no permite mejorar el rendimiento durante el entrenamiento.
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