5 de junio de 2011

La ilusión del control

Artículo original: The Illusion of Control (Leo Babauta)

Cuando uno piensa que controla algo, está equivocado.

Es impresionante con la frecuencia que pensamos que tenemos bajo control algo cuando en realidad no es así.

El control es una ilusión.

Constantemente realizamos planes que en realidad nunca se concretan como los visualizamos. Un viejo dicho dice, ‘si quiere hacer reír a Dios, haga un plan.’

Nos han entrenado para fijarnos metas, y luego trabajar en las acciones para dirigirnos hacia esas metas …. ¿Y cuántas veces fallamos? ¿Con qué frecuencia intentamos controlar el futuro que no podemos predecir?

Creemos en la ilusión del control. Enfrentamos un mundo caótico y complejo, y buscamos controlarlo como podamos:

  • Queremos controlar a nuestros niños, moldearlos como figuras de arcilla como si los seres humanos no fueran más complejos de lo que podemos entender.
  • Registrar todas las cosas pequeñas, desde los gastos hasta el ejercicio, lo que comemos, lo que hacemos, cuántos visitan nuestro blog, cuántos kilómetros corremos. Como si nuestro registro selectivo puede posiblemente incluir la enorme cantidad de factores complejos que influyen en los resultados.
  • Tratar de controlar a los empleados —otra vez, a seres humanos complejos con muchas motivaciones, caprichos y hábitos que no comprendemos.
  • Planificar de manera obsesiva proyectos, viajes, días, fiestas, como si los resultados de los eventos son cosas que podemos controlar con nuestros poderes de manipulación del mundo.

Si podemos dejar ir esta ilusión, ¿Qué nos queda? ¿Cómo podemos vivir entre este caos?

Considere a un pez. Un pez nada en un mar caótico que no puede controlar —como la mayoría de nosotros. El pez, a diferencia nuestra,  no tiene la ilusión de controlar el mar, o a los otros peces del mar. El pez ni siquiera intenta controlar donde termina —solo nada, siguiendo la corriente o manejándola como viene. Come, se esconde y busca pareja, pero no intenta controlar cosa alguna.

No somos mejores que los peces, pero nuestro pensamiento crea la necesidad de una ilusión.

Deje ir ese pensamiento. Aprenda a ser un pez.

Cuando estemos en la mitad del caos, dejemos ir la necesidad de controlarlo. Sumerjámonos en él, experimentemos el momento, no intentemos controlar el resultado para manejar la corriente como viene.

¿Cómo sería nuestra vida? Cuando dejamos ir a la ilusión:

  • Dejamos de fijarnos metas y hacemos las cosas que nos emocionan.
  • Dejamos de planear y simplemente lo hacemos.
  • Dejamos de mirar el futuro y vivimos el momento.
  • Dejamos de buscar controlar a los demás y nos enfocamos  en ser amables con ellos.
  • Aprendemos que confiando en nuestros valores es más importante realizar acciones que desear y esforzarse por ciertos resultados.
  • Damos cada paso de forma ligera, con equilibrio, en el momento, guiado por esos valores y por lo que nos apasiona … en lugar de intentar planear los siguientes 1 000 pasos y donde terminaremos.
  • Aprendemos a aceptar el mundo como es, en lugar de molestarnos, tensionarnos, enloquecernos, desesperarnos  o intentar cambiar lo que queremos ser.
  • Nunca nos desilusionamos porque las cosas cambian, porque nunca esperamos algo —simplemente aceptamos lo que viene.

Esto podría parecer como una forma pasiva de vida, contraria a nuestra naturaleza agresiva, productiva, orientada a las metas. Si no puede aceptar esta manera de vivir, está bien —muchas personas viven con la ilusión de control y no se dan cuenta que lo que les hace infelices o frustrados no es la peor cosa.

Pero si puede aprender a vivir de esta manera … es la cosa más liberadora del mundo.


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1 comentario:

  1. Muchas gracias por difundir y compartir el tema. Realmente me llegó. aun cuando es un giro en 180 grados, creo que es bueno partir por tomar consciencia.

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