17 de abril de 2011

Pablo Racines Cuesta (1963 − 2011)

Como todas las tardes de esos días de julio y agosto de 1978 (hace casi 33 años), tomé mi pelota de baloncesto y salí rumbo a una de las canchas del parque Inglés. Mi objetivo era agotar todas mis energías, en un infinito número de lanzamientos al aro.

Un muchacho flaco que ya le había visto en otras ocasiones se acercó algo tímido para preguntarme si podía jugar conmigo.  Tengo que confesar que no tuve más alternativa que aceptar sin saber que a partir de ese día había ganado un amigo para toda la vida.

Todos los que conocimos a Pablo sabemos que nunca fue candidato para ser el más simpático del barrio, porque jamás tuvo ‘pelos en la lengua’ y no tenía ningún problema en llamar a las cosas por su nombre. Tenía muchas destrezas.  Jugaba con facilidad tenis de mesa, fútbol o baloncesto (fue uno de los jugadores destacados de la selección de baloncesto del Colegio Juan Montalvo) y si algo se dañaba, Pablo sabía que hacer.  Si algún roedor había entrado a mi departamento (en esa época me enfrentaba a cualquiera con los puños, pero me aterraban los ratones), solo tenía que llamarle a Pablo, quien en cuestión de minutos despachaba al intruso. 

Siempre estuvo a mi lado. Yo no se que don especial tenía, pero cuando me encontraba en los problemas más complicados de mis años juveniles, aparecía para darme todo. Era como uno de los ángeles de los que siempre me hablaba y sobre los que jamás le hice caso.

Luchador y trabajador incansable. No existió obstáculo que no pudiera superar en su vida personal, universitaria y profesional. Jamás se daba por vencido y si se le cerraba una puerta construía una nueva de inmediato.

Cuando recibí una llamada suya, hace dos años, indicándome que tuvo que internarse con fuertes dolores estomacales, pensé que era algo que con tratamiento médico iba a solucionarse, pero resultó ser el inicio de una larga y penosa enfermedad que habría aniquilado rápidamente a cualquiera, menos a mi amigo.  Luchó contra el cáncer, como siempre, con toda su energía. Fueron muchos meses de exámenes, quimioterapias y todos los tratamientos que su admirable y valiente familia le consiguió. Pero hoy domingo, a las 12h30, terminó su sufrimiento y dejó de existir.

Cuando subí esta cita pensaba en ti mi querido Pablo. Tengo una enorme sensación de soledad porque, aunque nos veíamos con poca frecuencia, sabía que siempre estabas cuando te necesitaba. Hasta pronto mi amigo. Qué descanses en paz.

Related post



8 comentarios:

  1. Pablo ocuparás un espacio profundo e importante en nuestros corazones, toda nuestra vida. Que Dios te bendiga.

    ResponderEliminar
  2. ES INCREÍBLE LA FORMA DE ESCRIBIR QUE TIENE RUBY, NO SE SI ES PORQUE PARA MI SON FAMILIARES LOS LUGARES Y LOS NOMBRES MENCIONADOS 0 ....CREO QUE NO .. . ES PORQUE ESCRIBE CON EL ALMA Y EL CORAZÓN....
    SÚPER BONITO EL ARTÍCULO, QUE SIN CONOCER A SU AMIGO ME UNO A USTED PARA DESEAR QUE PABLO SEA AHORA SÍ UN VERDADERO ANGEL.

    MARISOL

    ResponderEliminar
  3. Yo no sabia jugar basket, sabía algo de futbol, entonces en mi plena juventud nos cambiamos de casa a San Carlos. Mi buen amigo Jimmy me presento a los suyos de barrio, entre ellos a Pablo, bien lo dice Rubi, no tenia pelos en la lengua y yo creía que le caía mal, hasta que me dí cuenta que solamente era así... luego incluso me bromeaba y yo lo festejaba.
    El en la Universidad y nosotros en la Politécnica lidiabamos con el cálculo diferencial e integral, recuerdo entonces las ganas que le ponía en sus trabajos y deberes.
    Ya en el basket era apasionado, filtraba con energía, daba el cruce de pelota entre las piernas antes de lanzar de una forma no muy ortodoxa, pues colocaba la pelota totalmente al costado derecho como quien va a lanzar una bola muy pesada.. en fín asi jugaba y era muy bueno..y al igual que todos me enseño a jugar basket, deporte del cual después también me apasione.
    Ayer lloré internamente en la misa y posterior sepelio, pude reconocer a sus familiares, ellos obviamente no me conocían, sin embargo dentro de ese dolor luego nos pudimos encontrar y abrazar con Jimmy, Rubi,su madre, Ximena, Jorge, Mauricio, Edwin y hasta Pancho.... Caramba que bueno es tener amigos y cuanto dolor, pero cuanto dolor cuando uno de ellos falta
    Adios Pablo

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Jimmy, Marisol y Rubén por sus valiosos y solidarios comentarios.

    ResponderEliminar
  6. Soy tocayo de Pablito, nosé como comenzar, creo que Rubi y Ruben lo han descrito mejor de lo que yo lo haría, solo les falto decir que era un excelente hincha de Liga con Pablito compartí muy gratos momentos dentro y fuera del estadio, en su fábrica, en mi negocio, y por esas cosas de la vida y del trabajo, no me di un tiempo para visitarle ultimamente, esta noticia fue terrible, me afecto, lo consideraba un amigo incondicional, le voy a extrañar, descanza en paz buen amigo que Dios te tenga en su gloria.

    ResponderEliminar
  7. hasta hoy se le extraña a ami amigo mi consejero ,el fue mi jefe en la fabrica donde yo trabajaba yo le ayudaba en mis tiempos libres por que estudiaba en la universidad me ayudo mucho para ser un profecional, muchos momentos compartidos y fue de casualidad que le conoci pero asi es el destino y la vida que te presenta a personas muy buenas y especiales lastima que se tienen que partir muy rapido por que tenia muchos proyectos que el queria cumplir muy grandes y buenos y sobretoso beneficioso para su familia y la de sus trabajadores siempre nos inculcaba a hacer las cosas de la mejor manera y tratar de ser perfeccionistas yo apendi con el, hacer marmol cultivado cosa que en mi vida lo habia hecho y no solo eso con el aprendi lo valioso que son las personas que estan a tu alrededor trabajar en equipo .. me faltaria paguina para describir a la gran persona que fue mi jefe un gran dolor nos deja a las personas que le estimabamos , pero todos vamos por el mismo camino tarde o temprano nos reuniremos, paz en la tumba Amigo pablo...

    ResponderEliminar
  8. Que bonito leer tantas cosas lindas de mi tío, a pesar de que ya han pasado 11 años de su partida, parece que fue ayer y el día de hoy no puedo evitar que se me vayan lágrimas leyendo sus palabras, así era mi hilachitos como yo le decía por tener las patitas flacas, sin pelos en la lengua, molestoso como ninguno (lo sabré yo que desde niña terminaba llorando por eso), el ser más entrador y de más ñeque que pudo existir, jamás dejaba que alguien se dé por vencido, como bien dice Rubi si una puerta se cerraba el construía otra, siempre recuerdo en la época dorada de liga yo no tenía dinero para comprar entradas al partido pero gracias a mi mami y a él yo soy Liguista enferma y debía entrar, así que me puse en la fila de compra de entradas a “retacar” para la mía y adivinen quien me encontró y casi se infarta? Así es.. mi tío hilachitos jaja creo que me agarró de la oreja, me compro la entrada a la suit y me mando a la porra, para el siguiente partido yo ya tenia mi propia tarjeta para entrar a los partidos en suit, así era el… mi tío loco, apasionado, mal genio, molestoso, trabajador, entrador, amoroso.. un padre para mi, también lo fue, un ángel en vida y hoy sigue siendo mi angelito que me cuida

    ResponderEliminar