28 de enero de 2011

Sobre delincuencia y ciudadanos respetables (08)

Artículo original:  Nothing Burns in Hell: On Delinquents and Respectable Citizens (significantfailure.blogspot.com)
8.
El conservadurismo de muchos delincuentes puede ser visto igualmente en sus actitudes hacia los roles de género.  La ideología de los roles de género, la completamente idiota noción de que cada género tiene su propio grupo distintivo de actitudes, emociones y comportamientos a los que cada hombre y mujer deben adherirse so pena de la ridiculez o violencia, ha sido una de las más destructivas prisiones de la posibilidad humana desarrollada por la sociedad dominante. Su repudio práctico en la vida diaria fue, y sigue siendo, un medio esencial y el fin de cualquier proyecto real de la liberación humana. Pero está casi completamente ausente de la vida de los delincuentes. Ellos continúan valorando la actitud dura, la agresión, la poca inteligencia y la falta de emoción fuera del deporte de los hombres, y la sumisión doméstica o sexual de las mujeres ¿Porqué? Estos roles eran solo los medios alienados a través de los cuales la clase trabajadora de los hombres y las mujeres se ajustó a las necesidades de la labor manual dura y la guerra imperialista.  Las mujeres mantenían a los hombres, y los hombres mantenían la producción y la rentabilidad de los jefes. La división de la mano de obra era parte de la rendición de una clase trabajadora vencida. Los roles creados pueden haber permitido a los que los adoptaron una pequeña sensación de dignidad, pero no era nada más que una postración dignificada. Aquellos que continúan viviendo dentro de estos angostos límites traicionan un desafortunado gusto por la esclavitud. Por supuesto, es verdad que uno debe ser duro para sobrevivir en algunos de los ambientes sociales en los cuales florece la delincuencia.  Pero esa necesidad de dureza es en parte precisamente un producto de la violencia depredadora que el machismo de los delincuentes en si mismo lleva.  Más aún, las opciones disponibles para los delincuentes no están restringidas al machismo o a la debilidad que fomenta la persecución.  Convertirse en un macho idiota no es la única manera de no ser un "gatito". El transportar meramente unos pocos elementos de un rol de género a otro (por ejemplo, añadiendo un poquito de violencia al viejo feminismo, o viceversa) no ayuda: si mezcla esa dos clases de pendejadas, terminará en una pendejada. Es cuestión de descubrir nuevos tipos de "dureza" que rechacen las viejas soluciones de los problemas de supervivencia en circunstancia violentas y sustituyan tanto a la masculinidad como a la feminidad. Se podría empezar desarrollando una crueldad consistente hacia el hombre y la mujer de nuestro interior: tratando a los roles de género que se escogió en el camino como los implantes foráneos fatales que son.

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