6 de septiembre de 2011

Primer duatlón de Quito


Después del ‘chuchaqui’ moral del DNF del Guayasman 2011, me mantuve entrenando con una carga regular. Procuré cubrir 4 km semanales en el agua y realizar sesiones anaeróbicas y aeróbicas en la bici y el atletismo.

Había leído sobre una nueva competencia en Quito, pero no estaba muy animado. Al revisar que habían además de la categoría de avanzados, la de aficionados y la de niños, me pareció una buena oportunidad para compartir esta pasión con todos los de la familia.

Nos inscribimos tres de los seis de la casa —Sofía ya había corrido sus primeros 10 km en la Ruta de las Iglesias, no había categoría para nuestro pequeño Miguel y Ximena se desanimó por no tener todavía mucha seguridad sobre la bicicleta. Salomé y Pedro aceptaron inmediatamente.

Salomé iría en su usual vehículo de transporte (es la única de su colegio que no toma el bus escolar y se moviliza en bicicleta) y Pedro usaría la bici de Sofía. Bajé el asiento a la posición mínima y le pedí que de una vuelta al patio ... al intentar parar casi se estrella porque sus dedos no alcanzan a los frenos de ese manubrio. La única alternativa era usar su pesada bici de una sola marcha. 

Mi competencia iniciaría a las 06h30, la de Salo a las 8h30 y al final participaría Pedro.  

Llegué al sitio del duatlón a las seis de la mañana del domingo y ya todo estaba listo, se notaba que detrás de esta competencia había mucho trabajo. Existía un ambiente de fiesta con muchos triatletas conocidos listos para una sana diversión. El recorrido sería de 5 km de carrera (dos vueltas de 2,5), 20 km de bicicleta (tres vueltas de 6,66) y 2,5 km (una vuelta) de carrera, en un circuito que tenía una respetable cuesta.  

Alrededor de las siete de la mañana se escuchó el tiro de partida.  Habíamos acordado con Christian (Loaiza) y Mario (Jarrín) ir juntos, pero en la primera cuesta nos fuimos ubicando en ritmos diferentes.  Completé la primera etapa de atletismo con una media de 4’42”/Km y me dirigí a la zona de transición donde, para variar, perdí valiosos segundos.  Esperaba manejar al menos un promedio de 30 km/h sobre la bici, pero no contaba con el tramo de cuesta empinada. Terminé la etapa de ciclismo con una media de 27,5 km/h.

Otra vez demoré demasiado en la transición y para colmo, no logré hacer el cambio completo ... arranqué a correr llevándome las herramientas y el tubo de repuesto.  La etapa final de 2,5 Km fue en el segmento plano del circuito y con el aliento de toda la familia (incluida la abuelita) … crucé la meta, según el registro oficial, en 1h22, en la posición 11 de la categoría ‘master ruta’ a 16 segundos del décimo  ¡¡¡debo trabajar mucho en las transiciones!!!

El siguiente turno fue para la categoría de aficionados. Salomé debía recorrer dos vueltas de 5 km sobre la bici y terminar corriendo otros 5 km.  En la etapa de ciclismo demostró su vocación rutera cubriendo los 10 km en 25’. Decidí acompañarle en los últimos 2,5 km de carrera y colocarle en una velocidad ligeramente mayor, pero no sirvió de mucho porque la Salo había decidido llevar un ritmo muy relajado y no alteró su velocidad en lo más mínimo.  Llegó a 34 segundos de la primera y consiguió el segundo lugar en la categoría femenina juvenil con un tiempo de 1h08  ¡¡¡Bravo Salo!!!

Finalmente, alrededor de las diez de la mañana, Pedro partía para su primer duatlón: 2 km en bici + 1 km de carrera.  No esperaba que le vaya muy bien en esa bici, pero llegó lleno de energía para correr los mil metros a la meta  ¡¡¡Bravo Pedro!!! y gracias a todos los ruteros que le recibieron con una gran ovación.



Felicitaciones a los organizadores,  habrá que pulir algunos detalles menores para el segundo duatlón, pero muchos coincidimos en que fue un gran evento.

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