No se deslumbra todo el tiempo. Nadie lo hace. Nadie es una estrella de rock, super-estrella o artista de clase mundial todo el tiempo. En realidad es una meta auto-destructiva. No se puede hacer.
No, pero podría deslumbrar cinco minutos al día.
Cinco minutos para escribir algo en un blog que cambie todo, o cinco minutos para un acto de generosidad que cambie a alguien. Cinco minutos para inventar una nueva característica, o cinco minutos para enseñar una destreza que nadie la conocía. Cinco minutos para decir la verdad (o para escuchar la verdad).
Cinco minutos diarios para realizar un trabajo excepcional, un trabajo destacado, un trabajo que valga la pena. Cinco minutos al día que podría utilizar para vencer al cerebro de lagartija, para levantarse y hacer la diferencia.
Y cinco minutos para deslumbrar serían suficientes, porque serían cinco minutos más de lo que hace el resto.
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