16 de octubre de 2009

El Buen Estado Físico Es Un Fin En Si Mismo


Artículo original: Fitness is an End Unto Itself (Scott Young)


No realizo ejercicios para verme bien cuando estoy desnudo. No me ejercito para estar saludable. Ni siquiera para tener más energía. De hecho, busco ignorar estas cosas lo más posible.


El estar en buen estado físico ha dejado de ser una meta que valga la pena en nuestra sociedad. Francamente, pienso que existe una gran razón para estar poniéndonos tan gordos. Hemos hecho del estado físico algo relacionado con abdominales six-pack y la reducción de los riesgos de enfermedades cardiacas.


Porqué la mayoría tiene problemas de estado físico


¿Alguna vez se ha topado con alguien que se acerca a usted solo porque quiere algo? Mi percepción es que esa persona no se convertirá en su mejor amigo. Aunque tenga mucho que ofrecerle, el acercarse a usted desde esa perspectiva es de muy mal gusto, profesional y socialmente.


Considero que la mayoría de las personas se acercan al hecho de tener un buen estado físico de la misma manera que un tipo desesperado se aproxima a una chica guapa. Empiezan la interacción enfocándose en lo que tiene para ellos. Y cuando fracasan, se rinden.


La solución no es el descubrir una nueva técnica o truco. Es reafirmar algo que conocemos como verdad, pero al estar lavados cerebralmente por una creciente sociedad vana olvidamos que: el estado físico es intrínsecamente valioso.


El valor intrínseco del buen estado físico


Mentí en mi párrafo inicial. Me preocupa mi apariencia, mis niveles de energía y mi salud. Solo que para mi son efectos secundarios. Grandes efectos secundarios, seguro. Pero eso es todo. No son la razón de cada día.


Me ejercito porque amo estar en forma. No por otra razón que disfrutar empujar los límites de mi cuerpo al tratar de incrementar mi fuerza, resistencia, flexiblidad y todo lo que mi cuerpo puede hacer. Si, después de eso, me veo mejor en el espejo o reduzco mi riesgo de una enfermedad cardiaca, excelente. Pero no es lo que busco.


Un amigo compañero de entrenamiento me recomendó una vez que podría querer dejar el entrenamiento aeróbico para ganar más masa muscular. Y, por un corto tiempo, pude haberle escuchado. Hasta que descubrí lo estúpido que era su consejo.


Me di cuenta que no entreno para ganar musculatura. Sacrificar mis objetivos deportivos eliminando un categoría de ejercicio, solo para potencialmente verme un poco mejor, mató mi motivación.


Los incentivos pueden causar efectos opuesto en la motivación


Una sorpresiva verdad de la sicología moderna es que dar incentivos externos pueden en realidad desalentar a las personas. Cuando da a la gente una recompensa pequeña por algo que podría estar disfrutándolo, el deseo por realizar esa actividad puede disminuir. Intente pagar a un voluntario de un refugio para mendigos US$ 3 la hora, y entenderá lo que quiero decir.


La razón es que los incentivos externos chocan con la posibilidad de una motivación intrínseca. Cuando hace que la principal razón para el ejercicio sea la salud o el atractivo, cualquier gusto por el buen estado físico podría mantenerlo inactivo. El gusto intrínseco es el mejor conductor y debería ser el volante del vehículo.


El retorno al buen estado físico como un fin en si mismo


No puedo darle un argumento lógico porque el buen estado físico debería ser intrínsecamente motivador. Cualquier lista de pros y contras manifestarían los beneficios extrínsecos. Así que buscaré argumentar a través de el buen estado físico intrínseco.


Así que en lugar de argumentar, compartiré mi perspectiva:


No voy a ganar eventos de físico-culturismo, se que que hay muchachos que son más grandes y que están mejor esculpidos con menos esfuerzo que el que realizo. Soy pésimo en muchos deportes y no gano competencia atlética alguna. Soy saludable, pero no más notablemente que muchas de las personas que se ejercitan menos.


Sin embargo, puedo realizar flexiones de pecho con un solo brazo, corro cómodamente 10 Km y realizo press de banca con más peso que el de todo mi cuerpo. Por supuesto, tampoco busco alardear con estas cosas.


Obviamente mi enfoque no puede agradar a muchos. Pero para aquellos que si, les recomiendo que hagan del buen estado físico un valor más alto que el que le dan el resto de personas. Esa gente no debería estar usando a la salud, la energía o tener un cuerpo escultural como excusa para estar en forma. El crecimiento sin fin de la masa muscular, la pérdida de peso y el constante esfuerzo para esculpir el cuerpo no valen la pena.


La única razón que le debería sacar de su sofá para correr, ir en bicicleta o ir al gimnasio es simple: el buen estado físico es un fin en si mismo.

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