Artículo original: Tap Into the 12-Million-Teraflop Handheld Megacomputer
No presten demasiada atención al Web 3.0: El próximo estado de la evolución tecnológica es una sola computadora mundial. Colectivamente, estamos ensamblando esta megacomputadora desde nuestros miles de millones de PCs, teléfonos celulares, PDAs y similares. A medida que un creciente número y variedad de dispositivos se enlazan unos a otros a través del Internet y otros sistemas de comunicación, forman los componentes de lo que podríamos llamar la MÁQUINA ÚNICA. Su tablero de circuitos causa que los millones de cables de cobre y conexiones de radio que conectan a todos los chips contenidos en los gadgets que se encuentran en su bolsillo, oficina y auto. En lugar de estar alimentadas por apenas mil millones de pequeños transistores, como lo está su típica computadora de escritorio, corre en mil millones de chips PC, cada uno con sus propios miles de millones de transistores. Su memoria está en los discos duros colectivos y flash drives del planeta. Su RAM es la suma de todos los chips de memoria que están en línea. Cada segundo, el equivalente a los datos de la Biblioteca del Congreso de EEUU fluye a través de ella. El programa que corre –su Sistema Operativo inicial – es la World Wide Web.
Así como el hardware de la MÁQUINA ÚNICA está ensamblado desde nuestra miríada de dispositivos, su software está escrito por nuestro comportamiento colectivo en línea. Cada vez que una persona hace un click en el resultado de una búsqueda o crea un enlace a un portal, la MÁQUINA está siendo programada. Cada enlace nuevo conecta una subrutina, crea un lazo y desencadena una cascada de impulsos. Mientras olas de enlaces surgen alrededor del mundo, más se parecen a los patrones de pensamiento de un cerebro muy grande.
Sin lugar a duda, un hyper-enlace es como una sinapsis en el cerebro. Ambos trabajan mediante la asociación entre nodos. Cada unidad de pensamiento del cerebro –una idea, por ejemplo– crece mediante enlaces crecientes hacia otros pensamientos. Mientras más grande es el número de sinapsis conectando a una idea, más fuerte se vuelve. De manera similar, mientras más pesado es el enlace a un nodo de la Red más grande es su valor para la MÁQUINA. Además, el número de hyper-enlaces en el Internet se acerca más a las sinapsis del cerebro humano. Pero la MÁQUINA contienen un millón de veces más transistores que las neuronas que hay en su cabeza. Y, a diferencia de su cerebro, está creciendo a una taza que sobrepasa la Ley de Moore. Para el 2040, la computadora planetaria conseguirá tanta potencia como la capacidad de procesamiento de todos los 7 mil millones de cerebros de la Tierra.
Pero la MÁQUINA también nos incluye. Después de todo, nuestros cerebros están programándolo y apuntalándolo. Cuánto más dependamos de la MÁQUINA ÚNICA (¿Quien necesita memoria cuando tenemos a Google?), más dependerá de nuestra mentes el sustentar un río de ingresos. Todos nos dirigimos hacia un singular destino: una vasta computadora compuesta de miles de millones de chips y miles de millones de cerebros. desarrollando al planeta en una singular esfera de inteligencia
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